Las tablas estadísticas del Ministerio de Hacienda vuelven a evidenciar que la Generalitat continúa lastrada por una de las situaciones financieras más delicadas de toda España. De acuerdo con los datos actualizados hasta finales del pasado mes de mayo y publicados ayer, el Consell de Alberto Fabra se gastó en ese periodo casi 780 millones de euros más de los que ingresó, un desfase del 0,78% del PIB. Con ese "agujero" encima de la mesa, la administración autonómica ya se ha "comido", en menos de la mitad del ejercicio, dos terceras partes del actual tope de déficit, marcado a día de hoy en el 1,3% del PIB. De ahí que el Gobierno de Fabra esté elevando la presión sobre Madrid para intentar que, antes de que finalice el mes, Cristóbal Montoro autorice una nueva relajación del déficit que le permita cumplir cuando finalice el año. La conselleria que dirige Juan Carlos Moragues espera disponer de un margen cercano al 2%, lo que le liberaría otros 700 millones más para poder gastar.

Los datos de Hacienda, como viene siendo habitual, no dibujan un escenario nada halagüeño. Ese porcentaje de déficit, de hecho, ya está calculado descontando los anticipos que ha recibido el Gobierno valenciano desde Madrid y que ya suman 860 millones. Contabilizar los adelantos le ha permitido al Consell jugar, durante el arranque del año, con una cifra de déficit maquillada. Sea como fuere, la Comunidad, en estos momentos, es la segunda autonomía con más déficit de toda España, sólo superada por Murcia. En general, las comunidades del Arco Mediterráneo arrastran peores indicadores. Por eso, precisamente, son las que exigen con más vehemencia el déficit "a la carta" y un cambio en el modelo de financiación autonómica.

Los porcentajes de ejecución presupuestaria del Ministerio de Hacienda revelan, además, que el desarrollo de las cuentas del Consell para 2013 se mantiene en una tendencia similar a la de los últimos años: caída de la actividad económica con un importante descenso de la inversión e incremento de los gastos financieros, el coste vía intereses de los préstamos a los que ha tenido que recurrir el Consell para disponer de liquidez.

Conforme a los datos mensuales emitidos por el departamento que dirige Cristóbal Montoro, las inversiones, respecto al mismo periodo del ejercicio de 2012, se redujeron un 33,43% y las transferencias corrientes que incluyen las subvenciones un 22,3% mientras que el gasto corriente apenas se redujo un 4,5 y los intereses que genera la astronómica deuda de la Generalitat se dispararon un 8,48% durante los primeros cinco meses de 2013.