Poco después del mediodía de ayer, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, registró un escrito en las Cortes Valencianas en el que formaliza su renuncia a cobrar la asignación que reciben los parlamentarios autonómicos -unos 2.800 euros brutos mensuales- y, por tanto, como confirmaron fuentes municipales, se iniciarán los trámites correspondientes para que pase a ingresar la dedicación exclusiva desde las arcas municipales. Once meses después de poner encima de la mesa su dimisión del escaño de las Cortes, Castedo da un paso adelante que le permitirá reducir de forma paulatina su presencia en el hemiciclo del Palau dels Borja -ya muy escasa en los últimos tiempos y sin apenas protagonismo desde la tribuna de oradores- para centrarse en su actividad al frente del consistorio alicantino.

La primera edil, en declaraciones a este periódico, confirmó su decisión y dejó claro que, en estos momentos, su apuesta política pasa por volcarse al máximo en la actividad municipal. "Entiendo que no puedo cobrar la exclusividad en el parlamento autonómico porque, en realidad, la estoy ejerciendo en el Ayuntamiento de Alicante", detalló Castedo. "Voy poco a las Cortes. Cada vez menos. La gestión de la ciudad me absorbe", remató la primera edil. Efectivamente, en los últimos tiempos y sobre todo a raíz de agravarse sus dificultades judiciales, el escaño de la alcaldesa de Alicante en el hemiciclo pasa más tiempo vacío que ocupado. Pese a ser la cabeza de lista autonómica por la provincia, su participación en la vida del grupo del PP es mínima. Apenas se le recuerda un debate sobre la puesta en marcha de una comisión de investigación sobre el supuesto amaño del PGOU de Alicante, investigación judicial en la que la alcaldesa está imputada por tres graves delitos. A la última reunión de los diputados, en la que el propio Alberto Fabra habló de la marcha de Rafael Blasco, la alcaldesa de Alicante ni siquiera acudió a la cita.

Con su decisión y a menos que renuncie a alguno de los complementos o que ejecute alguna rebaja, la primera edil, desde luego sale ganando económicamente. La asignación reglamentaria de un diputado autonómico es inferior a los 40.000 euros brutos. El sueldo reservado al alcalde de Alicante, hasta ahora vacante al disfrutar Castedo de la exclusividad en las Cortes, por su parte, es algo superior a los 71.000 euros además de otros 11.000 por asistencias a diferentes consejos. Además y salvo que también renunciara, la alcaldesa podría percibir de las Cortes algo menos de 1.400 euros por el ejercicio del cargo y de su función en el hemiciclo, explicaron fuentes parlamentarias.

La salida que ha encontrado la primera edil alicantina, de alguna manera, va en la línea que está marcando un sector del PP para intentar quitarle presión a Alberto Fabra en las Cortes. En el caso de los parlamentarios imputados que también se dedican a la actividad municipal, notables populares apuestan de forma clara por alejarlos del escaño y que se dediquen por completo a la gestión de sus consistorios. Hace once meses, precisamente, Castedo ya apuntó su intención de abandonar su sillón en el hemiciclo. Aunque no será inmediato, sigue dando pasos para centarse en Alicante.

La Mesa tramita la petición de Blasco de estar en una comisión

La Mesa de las Cortes tramitó ayer la petición del exdiputado del PP Rafael Blasco de formar parte de la comisión de Medio Ambiente, Agua y Ordenación del Territorio, así como ejercer en ella la representación y portavocía "a todos los efectos" como diputado no adscrito. El escrito que abordó la Mesa se analizará en una próxima junta de portavoces, en la que se tendrá que decidir la fórmula para dar cabida a Blasco en esa comisión, ya que si el Partido Popular le cede una plaza, pierde su mayoría absoluta en ese órgano, que está formado por 15 miembros (ocho del PP y siete de la oposición). EFE