La cúpula del PP quiere que Luis Díaz Alperi deje su escaño en las Cortes. Y ahora con mayor motivo, si cabe, después de la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad (TSJ) de abrirle una segunda investigación por tres supuestos delitos fiscales al ocultar -según Hacienda- ingresos por millón y medio de euros, falsedad documental y también, a raíz de una ampliación de la denuncia inicial que había presentado la Fiscalía, cohecho impropio por el disfrute gratuito del amarre de un barco. El alto tribunal valenciano ya instruye la pieza de la operación Brugal que analiza un supuesto amaño del planeamiento urbanístico de la ciudad de Alicante en la que Alperi está imputado, junto a la alcaldesa Sonia Castedo, por presunto cohecho, tráfico de influencias y revelación de información privilegiada. La cúpula popular entiende que la posición del exprimer edil daña notablemente la imagen del PP y "desea" que deje paso en las Cortes, algo que, sin embargo, parece muy difícil. ¿Por qué? Luis Díaz Alperi no está dispuesto, de momento, a perder la protección que le concede el escaño en su condición de aforado.

A la dirección del PP ya hace mucho tiempo que no le agrada ni un ápice la situación de Alperi, uno de los nueve diputados autonómicos imputados que pueblan la bancada popular. Consideran que, pese a que todos están en la misma situación procesal, hay diferencias claras en su actitud. Diputados como Angélica Such, David Serra o Yolanda García, imputados en Gürtel, apenas han rechistado al complicarse su situación judicial y quedarse como parlamentarios rasos. Alperi, por contra, ha protagonizado episodios esperpénticos en las Cortes, se cortó las uñas en el escaño o se sumó a partidas de dominó en el bar del Palau dels Borja, que han levantado ampollas en el PP. Pero, además, el exalcalde de Alicante no se ha privado tampoco a la hora de levantar la voz para criticar a la cúpula popular por, en su opinión, desentenderse de la defensa de los cargos populares imputados. "Encima no se calla", define de forma gráfica la situación un dirigente del PP que, además, recuerda que Alperi perjudica también a su hija, igualmente sentada en el parlamento.

En esta situación, la cúpula popular entiende que Alperi debería tener un gesto con el partido que, en su día, le ofreció la candidatura y lo sostuvo durante trece años como alcalde de Alicante. De hecho, en las filas populares, a día de hoy, se ha extendido el convencimiento de que Alperi se ha convertido en uno de los grandes lastres del PP en las Cortes. Junto, apuntan estas mismas fuentes, a Milagrosa Martínez, para la que la Fiscalía solicita once años de prisión y que sigue instalada tando en las Cortes como, en medio de fuertes tensiones, en la alcaldía de Novelda, dos puestos que rechaza de plano abandonar como así ha trasladado a la cúpula de su formación. Pero el "deseo" del sanedrín popular para que Alperi renuncie a su sillón de las Cortes choca, sin embargo, con la cruda realidad. La dirección del PP apunta, de hecho, que el exalcalde de Alicante no ha respondido a ninguna de las indirectas que, hasta ahora, le ha lanzado el partido y considera que está "enrocado" en un intento de "ganar un tiempo" que, insisten, acaba perjudicando la imagen y las siglas, muy dañadas ya merced a las investigaciones por corrupción que azotan a dirigentes populares.

REACCIONES

Miguel Ull

Concejal socialista de Alicante

«Es escandaloso. Conociendo la trayectoria de Alperi es inaceptable que continúe como diputado en las Cortes»

Esther López Barceló

Diputada de EU en las Cortes

«Si en el PP tuvieran un mínimo de vergüenza dimitiría por iniciativa propia. Pero se están aferrando al cargo»

Mireia Mollá

Diputada de Compromís

«Que Alperi siga en el escaño evidencia hasta qué nivel se tolera la corrupción dentro del PP»