Direcciones locales del PP en la provincia de Alicante manejan dinero a través de una "contabilidad paralela" que escapa a la fiscalización tanto del propio partido como de los auditores públicos, según los datos y los recibos de pago que obran en poder de este periódico. Para poder gastar sus propios fondos sin control y al margen de cualquier informe de fiscalización, agrupaciones municipales populares mantienen abiertas cuentas corrientes, normalmente a nombre de asociaciones o de entidades, que, sin embargo, quedan fuera del criterio de "caja única" impuesto por Madrid para las direcciones autonómicas y provinciales, desde las que, en todo caso, se reconoce que no existe ningún mecanisno externo ni tampoco interno para supervisar esos movimientos de fondos en el ámbito local.

En medio del escándalo político que salpica al PP tras conocerse el detalle de los apuntes en los que el extesorero Luis Bárcenas reflejaba un supuesto reparto de sobresueldos entre cargos del alto mando popular, María Dolores de Cospedal, número dos de Mariano Rajoy en Génova, proclamó ayer que la contabilidad del PP es "única, clara, transparente, limpia" y, además, está sometida al Tribunal de Cuentas, órgano conformado por dirigentes "colocados" a propuesta de los dos grandes partidos. Es una verdad a medias. La dirección nacional del PP vigila directamente los balances de las organizaciones autonómicas y provinciales a través de un único Código de Identificación Fiscal (CIF). De esa manera, todo el dinero que maneja tanto el PPCV como la dirección provincial pasa por un mismo filtro. De ahí que, como ya avanzó este periódico, la auditoría interna y externa ordenada por Rajoy a raíz de los supuestos pagos en sobres también afecte al conjunto de las organizaciones territoriales.

Pero la supervisión de Madrid sólo llega hasta ese escalón. No va más allá. Las cantidades económicas que nutren las agrupaciones locales -normalmente recolectadas a través de donaciones, del "impuesto revolucionario" que aportan los alcaldes y concejales en función de sus retribuciones y de cuotas que se deciden en cada localidad- quedan al margen de cualquier auditoría y fiscalización, como reconocieron presidentes locales y fuentes de la cúpula provincial popular. De hecho, esas cuentas no se abren con el CIF del PP sino a nombre de asociaciones, de entidades culturales o, incluso, de particulares, de acuerdo con la información de la que dispone este periódico. "Asociación Popular de ...", "Ámigos de la Música"... Son algunos de los nombres que utilizan las juntas locales del PP para poder disponer de cuenta bancaria con la que afrontar, entre otros gastos, los que genera la actividad electoral.

Esos fondos, como reconocieron en las filas populares, ni serán objeto de auditoría pública ni tampoco privada. Quedan a la autogestión de las propias direcciones municipales o de los presidentes de cada junta popular. Sólo en el caso de la última asamblea local de Benidorm, la dirección provincial se interesó ante los fuertes ingresos de dinero. Pero sin ningún control sobre esa cuenta. "Es como la contabilidad de cualquier asociación", apuntaron fuentes de la cúpula provincial del PP que, en todo caso, admitieron que, en las próximas semanas, podría habilitarse un sistema para intentar vigilar los movimientos de esas cartillas bancarias. De hecho, como avanzó este periódico, el nuevo comité de ética provincial del PP está elaborando una normativa interna de buenas prácticas en la que podría introducirse algún tipo de recomendación sobre la gestión de los fondos en las juntas locales.

Documentación para poder "tirar" de argumentario

En Génova están muy preocupados por el mensaje que se debe trasladar desde las organizaciones territoriales para responder al desafío que supone la aparición de la contabilidad paralela en la que Luis Bárcenas apuntaba, supuestamente, los sobresueldos que entregaba a la cúpula popular. En la dirección provincial del PP, de hecho, se recibió ayer, a través del fax, la nota pública elaborada desde la cúpula popular para negar de plano el cobro de ese dinero. En Madrid quieren que las organizaciones territoriales "tiren" de ese argumentario y que se coordine el discurso para intentar aparentar imagen de una cierta unidad frente al asunto. P. r. f.