Sanitariamente hablando, estamos mejor que que- remos. Por mucho que denuncien los sindicatos, lo cierto es que no podemos quejarnos. La razón es de peso. En cerca del 80 por ciento de los centros de salud y consultorios de la provincia, los médicos tienen asignados más de mil ochocientos pacientes. Cada médico, claro. Luego, ¿para qué te vas a quejar si es muy difícil que te atiendan De siempre ha habido gente mayor que se ha pasado por el ambulatorio a primera hora aunque no le pasara nada y esto, quieras que no, ralentiza el sistema de atención y acrecienta las listas de espera. Hoy en día ese pequeño obstáculo se ha superado y, pese a que te ocurra algo, no tiene mucho sentido que te acerques a ningún lado. La diferencia es ostensible. No me digan que la metodología no está bien pensada. Por poner un ejemplo, vamos con uno de los servicios mejor dotados y pionero en algunos de sus tratamientos: el de Urología del Hospital General de Elche. En él las demoras para las consultas rondan el mes y medio mientras que los casos que precisan de intervención quirúrgica se sitúan en torno a los cinco y seis meses. Según te coja, no es fácil aguantar. Y de hecho el que no ha resistido más ha sido el jefe del servicio que ha dicho hasta aquí hemos llegado después de tres décadas al frente del mismo. Es que treinta años tocándotela - la moral - , incomoda. Por mucho que te guste, que te tiene que gustar, es lógico que el día menos pensado saltes. El que ha saltado también ha sido el único ginecólogo del Centro de Especialidades de Benidorm, que atendía a toda la comarca, por lo que ahora ni siquiera tienen la posibilidad de dar citas. En resumidas cuentas, que no puedes ni ponerlos a parir.