L a oposición, hasta ahora tan atinada en términos generales, ha errado el golpe respecto de la cena con la que se abrían los actos que nos llevarán al 2010, centenario del poeta. No es de recibo que se haga demagogia de cortos vuelos diciendo que era elitista y que cerró el paso a los vecinos de la calle Arriba o poeta Miguel Hernández.

Se puede discutir si era o no un acto, el programado, pertinente, pero que diseñado como estaba solo se podía asegurar el orden cortando la calle, lo sabe todo el mundo. Además, la mayoría de los que protestaron no fueron nunca vecinos del poeta y no tienen en cualquier caso más derecho que otros, sean o no próximos a su casa museo. Ya digo, demagogia de cortos vuelos.

Lo llamativo fue la ausencia de políticos de fuste. ¿No representa Miguel Hernández a nuestra Comunidad ¿Cuántos más grandes que él tenemos ¿Acaso hay alguna figura con la que la inoportuna Ley de la Memoria Histórica pueda hacer mayor justicia Camps debía haber estado y el delegado del Gobierno también. Es muy importante lo que conmemoramos, muchos los olvidos y me da que se están dejando ver las fobias que alimentaron la campaña dentro de las filas del PP. Y nuestro pueblo y su poeta deberían estar por encima de tales disputas.

Arrancó por debajo de lo esperado respecto de la representación institucional y está se traduce en compromiso; si todo lo que nos llegó por parte del partido gobernante es un Ripoll, amortizado y prescindible, aviados vamos, faltó Julio de España para comprender la importancia que desde Valencia se dio al acto. ¿O no fue al acto y se están trazando líneas fronterizas en el PP

Luego, para qué engañarnos, se apreció improvisación, fallos en la elección del lugar donde celebrar el pleno, errores respecto de la megafonía, falta de delicadeza con los miembros de la Corporación y con los representantes sociales, de aquí y de fuera; tanto tiempo en la calle debía haber sido aprovechado mejor. Pero en conjunto bien y con una esperanzadora impresión: parece que la familia se va desprendiendo de resquemores y que confía en la alcaldesa y en el trabajo de la Fundación. Que sea para largo, lo de la familia, claro.

Por otro lado las basuras, que tuvieron su representante, el señor Bru, entre los invitados hernandianos. Vaya papel el de su grupo otorgándole una delegación cuando está investigado, con secreto sumarial y tras un mes de prisión preventiva. Ningún derecho se conculca por pedir al señor Bru que no tome posesión hasta que se aclare lo suyo, y si lo hace se le deja sin responsabilidad y al margen del equipo de gobierno, lo demás es complicidad y poca vergüenza. ¿Qué le pasa al PP

Pues eso las basuras. No se deben adjudicar y creo que la judicatura debía pronunciarse sobre si un proceso de concesión que ha dado lugar a varias detenciones, encarcelamientos, que lleva meses en secreto sumarial y cuyas ramificaciones no sabemos dónde pueden llegar es pertinente que se tramite normalmente o vicia, como creo yo, todo el proceso y lo hace nulo de raíz. Es posible que las decisiones las tomen personas implicadas que no han salido aún y los informes de los técnicos municipales están firmados por el mismo que está imputado por avalar el desaguisado de la glorieta Gabriel Miró. ¿Pueden crearse derechos en estas condiciones ¿Una prórroga hasta que se abra el secreto sumarial originaría un coste insostenible para el Ayuntamiento ¿Falta mucho para que se dictamine algo desde anticorrupción, o le están segando la hierba Y lo último las turbulencias relativas al informe de la Universidad, cada vez más acomodaticio y sujeto a interpretación o arreglos.

Reconozco que no hay ninguna solución buena, pero adjudicar sobre la base posible de un cohecho, de una presunta prevaricación, de un hipotético robo de varios millones de euros, se me antoja raro, máxime cuando observamos la ilación que esta contrata muestra con la del Plan Zonal; demasiadas coincidencias. Por otro lado no deseo que se municipalice la contrata, salvo por tiempo limitado si fuera menester; menudo chollo y menuda sangría. Cuando ganen los de Llamazares que lo hagan.

Creo que la presión de la oposición trata de forzar en Mónica Lorente algún movimiento, si lo logran buen trabajo, si no inmenso error.

Miguel Ángel Robles Martínez es ex concejal de Orihuela