En los últimos días asistimos preocupados al encadenamiento de decisiones del Sr. Barcala y su bipartito en crisis. Una vez pasado el momento de la Comisión de Recuperación y la voluntad de diálogo y consenso expresada y ejercida por todos, ha vuelto el Alcalde a las andanzas de su forma de gobernar autoritaria y plagada de ocurrencias y rabietas. Una manera infantil y grotesca de gestionar que es muy dañina en unos momentos tan complicados como los actuales.
Vayamos por partes. Más allá de la creación de nuevas plazas de asesores para tranquilizar a sus socios de gobierno o el donde dijo digo, digo Diego del Alcalde respecto a la contratación del asesor encubierto de Cultura, nos desayunamos con gestos para contentar a sus otros (casi) socios de gobierno ultras destinando en estos momentos 20 mil euros a un director artístico de la Escuela Taurina. Un despropósito en estos momentos, una noticia que parece un fake, sino fuera porque la anunció el insigne nuevo portavoz del Bipartito que, por circunstancias de los líos internos de Ciudadanos, le ha ganado un pulso en este mes a Barcala. Será por eso que el Alcalde no anda muy fino, tiene que contentar a sus socios. Y Ciudadanos quiere ganar peso en el Bipartito, y no con proyectos o más protagonismo político, sino con asesores. Y Vox quiere algún gesto con su casposa, retrógrada y reaccionaria agenda.
Pero lo transcendente, y lo peligroso, es decidir unilateralmente cancelar la reducida deuda municipal, cercana a 20 millones de euros como rabieta a la actitud del Gobierno Central de Sánchez de apropiarse de los ahorros del municipalismo. Paremos aquí.
Desde Compromís estamos claramente a favor de la gestión de estos fondos por los ayuntamientos, y así lo está defendiendo nuestro diputado Joan Baldoví en el Congreso, o nuestro grupo parlamentario en las Corts Valencianes. Y así hemos votado Compromís, junto con el resto de grupos municipales en el Ayuntamiento. El Presidente Sánchez debe negociar y rectificar.
Por eso hemos respaldado al Alcalde en sus reivindicaciones y hemos considerado positivo estar como Ayuntamiento alineados con la posición de la FEMP; y por eso mismo consideramos una salida de pata de banco su decisión de cancelar la deuda municipal. Y lo es porque no es necesario, porque, a diferencia de otros ayuntamientos, las arcas municipales están muy saneadas, lo cual no es precisamente gracias a los gobiernos en los que ha participado Barcala, alguno de ellos llevaron a la ruina al Ayuntamiento y nos tuvieron que intervenir con un Plan de Ajuste. Además, esta decisión rompe con la posición negociadora de la FEMP.
