Cuando llevas años en política descubres con tristeza que la capacidad de sorpresa es una de las primeras cosas que se atrofia, y según para qué cosas hasta desaparece. Lo que no se pierde nunca es la disposición para sentir vergüenza ajena -y a veces propia, al tratarse de representantes de los ciudadanos- cuando veo actitudes tan oportunistas, manipuladoras, torticeras y hasta miserables, como las demostradas por las representantes del Partido Popular, local y autonómica, a cuenta de la avería de la bomba de impulsión de aguas residuales de Castalla Internacional.
Resulta que el pasado jueves por la mañana se estropeó la instalación y apenas 24 horas después ya habían grabado, editado, montado y publicado un vídeo para criticar al Ayuntamiento y al gobierno local porque no se había arreglado la maquinaria. El telefilme se hizo con la aparición estelar incluida de una diputada de ese partido en Les Corts, cuya presencia en Castalla se desconoce hasta la fecha y que imagino que debió llegar al pueblo con ayuda de un GPS de última generación. Por poco no coincidieron con el camión encargado de evacuar los residuos, que llegó también el viernes al lugar de la avería.
Y toda esa parafernalia se la organizaron -la diputada y la portavoza, como diría la ministra podemita- para tratar de explicar que la rotura de una bomba de impulsión de fecales el jueves fue culpa de no sé qué «gobiernos de izquierdas y ecologistas que dicen luchar contra el cambio climático»; y continuó esta diputada embebida en el hediondo momento, dado que es experta en cloacas, ella y sus parientes más cercanos como todo el mundo sabe, ilustrando a la audiencia con el peligro mundial que la rotura de la bomba de la urbanización supone tanto para la expansión del coronavirus en nuestro país como para el cambio climático en el planeta.
No se puede ser más obscena, ni más demagoga, ni más antiética ni antiestética que esta señora, salvo que seas la otra persona que la lleva de la mano y la avala con su presencia en esta huida hacia un discurso pestilente y rastrero; y lo hace a sabiendas de que lanza una mentira tras otra en compañía de la máxima responsable de un partido con representación municipal en el Ayuntamiento de Castalla.
Qué triste es que alguien de nuestra Corporación conceda crédito y fianza a semejante montón de irresponsabilidades, cuando esa persona sabe perfectamente que en enero esa operación le costó la vida a dos operarios; y sabe que juega con el miedo y la tragedia al tratar de asociar la rotura de la bomba con las consecuencias de la Covid-19 y hasta con el cambio climático. Es una falta de respeto constante a las familias de los fallecidos y a los habitantes de Castalla.
Podemos ayudar a un ignorante a dejar de serlo, pero si además es mala persona no tenemos solución que aportarle
Y este es el insoportable hedor que desprende la demagógica y vomitiva búsqueda de un voto, sea para la política, para presidir una asociación, la comunidad de vecinos o para cualquier otro aspecto de la vida. Lástima que todo ese esfuerzo desplegado por personas que cobran del erario público no sea para hacer el bien, sino para actuar también como bomba de impulsión de otro tipo de excremento.
Estimado/a vecino/a, si no has visto el vídeo, te ruego muy encarecidamente que lo hagas porque no tiene desperdicio. Y por si no lo encuentras te paso el enlace en su página de Facebook para que compruebes en manos de quien, afortunadamente no estamos en Castalla.
https://www.facebook.com/populares.castalla/videos/729210441170117/
