Este próximo sábado en Relleu, mi pueblo, se va a rendir un homenaje a la figura de don Bruno Lloret Buforn, médico de mi pueblo durante varias décadas siguientes a la Guerra Civil Española. Cuando me llamó mi amigo del alma, su hijo Juan Antonio, "Toio" para mí, comentándome la decisión del ayuntamiento de poner el nombre de su padre al Poliesportiu Municipal con placa conmemorativa, me invadió una enorme alegría por este acto tan justo.
El recuerdo de don Bruno Lloret, "el metge", viene a mi mente como una persona afable, cariñosa, sonriente, profesional cien por cien con un trato esperanzador a los enfermos que les daba más vida. Era ese auténtico médico rural de entonces que iba a visitar al enfermo donde fuese y a la hora que fuese, ya en el pueblo o en las masías, que eran muchas, para reconfortar a los ancianos o para traer al mundo a esas generaciones como la mía que, si existiese ese recuerdo, sería el del primer humano que vimos al nacer y que todos los relleueros de entonces llevamos su firma de identidad, nuestro perfecto ombligo, tema que con risas y alegría comentamos de nuestro querido y recordado don Bruno.
Mi agradecimiento al alcalde Lino Pascual y a su corporación por perpetuar su nombre.
