El dueño del Remdesivir pone precio (el que quiere), al primer tratamiento aprobado para la covid-19: 2.000 euros por paciente, las fuentes de energía disparan, su precio un día sí y otro más, los desplazamientos en transportes ¿públicos? Se hacen casi imposibles, unos por caros, otros por ineficaces, la enseñanza está dominada por el sector privado que condiciona todo el funcionamiento y ¿de la vivienda que está supeditada a los fondos buitre?, ¿qué hacemos con todo esto? ¿Nos aguantamos, o peleamos? Porque se cumpla la Constitución.
¿Para qué nos sirve la Constitución? Hay cosas, como la salud pública, (atención primaria) sanidad hospitalaria, farmacia, educación (en todos los niveles), vivienda, transportes esenciales (aéreos, pasajeros, ferrocarril), industria primaria, energía y unas cuantas más, que nunca debieran de estar en manos privadas. Y hay varias razones, pero hay una y es la más importante, ¡la sociedad! (o sea la colectividad) es más importante que la individualidad y según nuestra constitución debería de ser así, por consiguiente ¡conmino! a todos los poderes públicos a cumplir y hacer cumplir lo que en su toma de posesión juraron, cumplir la constitución, ¡no hay más que hablar!
