Gerard Fullana, portavoz de Compromís en la Diputación, cometió este martes un error gravísimo con su voto en contra del plan de promoción turística que va a poner en marcha la institución provincial en colaboración con la patronal turística Hosbec. Uno de esos errores que un partido con veinte alcaldías en Alicante y que cogobierna la Generalitat no se puede permitir en tiempos de crisis. Rechazar una iniciativa que busca intentar salvar la temporada del sector que más riqueza aporta a la actividad de la provincia y del conjunto de la Comunidad Valenciana. Poner palos en las ruedas de una recuperación económica pendiente de una emergencia sanitaria que, como apuntan todos los expertos, golpea más a los territorios dependientes del turismo. Una absoluta irresponsabilidad. Y lo peor de todo es que Fullana, con el visto bueno de la cúpula de su partido pero con división de opiniones entre otros altos cargos y dirigentes, no actúa ni con criterio político ni de acuerdo con la sociedad a la que dice representar. Lo hace por pura «vendetta». Devolverle la pelota a Toni Mayor y a Hosbec por pedir la dimisión de Monica Oltra tras unas declaraciones en las que la vicepresidenta del Consell apostaba por repensar el modelo turístico de masas. Y cuando se actúa movido sólo por un interés particular, sin la altura de miras que exige el momento, es que ese político -Gerard Fullana- y su organización -Compromís- han perdido el norte.