Hace cinco años, ya cinco años, de que Pedro Zerolo nos dijese adiós por última vez. Bajó el telón, pero no con ella cesaron sus reivindicaciones. La lucha por el respeto a la diversidad sigue activa y hoy, me atrevería a decir, más activa que nunca.
En una sociedad mediatizada y politizada, con una extrema derecha presente en los parlamentos autonómicos, ayuntamientos y en el parlamento nacional, se ha producido una reactivación del colectivo LGTBI en contra de quienes nos odian porque mostramos nuestra libertad de ser y amar al mundo. Al grito de 'no vamos a volver al armario', hemos demostrado ser fuertes ante la adversidad dejándoles claro a quienes nos agreden que siempre nos tendrán de frente. Aquí en Alicante lo dijimos muy clarito en el mayor Orgull que se recuerda en la ciudad, el año pasado. Y, aunque el COVID este año nos lo ponga bastante difícil, volveremos a tomar posición pública y mediática para denunciar los abusos, agresiones e insultos.
De nada nos serviría una figura como Zerolo si hoy no siguiésemos trabajando no solo en su memoria, sino también en la defensa de los Derechos Humanos. Que es, al final, la causa de este movimiento político y social.
Pedro lo tenía claro. Somos sujetos de derechos; el derecho a que la igualdad sea el late motive de nuestra sociedad. Que el respeto a la diversidad sexual y de familia sea una realidad y no solo un maquillaje. Y somos objeto de agresiones. Y es que no hay un acto más revolucionario que la salida del armario; salimos y desmontamos todos los cánones que la sociedad nos tenía guardados. Nos revelamos contra lo que tenía visos de normalidad y lo hacemos con la bandera arcoíris bien izada.
Por todas las que no están y todas las personas que están por llegar, no pararemos y haremos frente a cualquier ataque, venga de donde venga. Y solo así mantendremos vigente la estela de quien entregó toda su vida a que el futuro sea un lugar en el que estar seguros, en el que ser libres, en el que no tengamos miedo a salir a la calle.
