Lo más útil de este programa es la rapidez con que se pasa del modo supervivencia al de la vida», Sam Tsemberis. Un psicólogo clínico de origen griego creador de la metodología «La vivienda primero» para erradicar el sinhogarismo crónico.
La circunstancia del cierre, previsiblemente inmediato a finales de junio del programa Hábitat, el cual, facilita a la persona una vivienda individual y apoyo profesional en función de sus necesidades y demandas. Ni el apoyo ni la permanencia en la vivienda están condicionados al cumplimiento de objetivos previos de intervención social, pues es la persona quien determina sus metas y el grado de apoyo que necesita para alcanzarlas. El programa requiere el seguimiento de algunos compromisos básicos, como aceptar la visita periódica de un profesional y tener buenas relaciones de vecindad.
Actualmente en Alicante son 7 los clientes que se mantienen en sus viviendas, tras las intenciones frustradas por parte de la alianza Provivienda - Hogar Sí de escalar el programa en la ciudad de Alicante. En principio la previsión era la de aguantar hasta fin de año para buscar soluciones que impidan en cualquiera de los casos la vuelta a la situación de calle previa a su incorporación al programa. Las actuales circunstancias parece que han precipitado el fatal desenlace. Cuando debía reforzar esta apuesta de rescate a las personas.
En el trabajo que se realizaba, y atendiendo a sus posibilidades y deseo, en 3-4 de los casos se va a apostar probablemente por el mantenimiento en las viviendas que ocupan, dado que se encuentran percibiendo ingresos y/o disponen de otros recursos propios para no verse abocados a retornar a la situación previa a su incorporación al programa, es decir, la calle. Es posible que se generen dúos entre clientes para convivir en alguna de las viviendas que habitan, sujeto a obtener información sobre precios y cambios en la titularidad de los contratos de alquiler. Siempre y cuando sean perceptores de algún tipo de ingreso.
Ante la inmediatez de esta medida cruel, inhumana diría, impuesta por los ritmos del mercado, distanciados cada vez más de los ritmos de la intervención social, se dan casos donde la incertidumbre campa a sus anchas.
Por otro lado, el cierre del Dispositivo de Florida Babel para el próximo 8 de junio, fecha de cierre que se motiva por el avance en las fases de la desescalada, que implica que las instalaciones deportivas de las que se hacen uso, tienen que volver al disfrute por el que fueron destinadas.
Aun sabiendo que esta situación va para largo, el cierre de este dispositivo implica una situación de desprotección para las personas alojadas y sin contar con un recurso de alojamiento que pueda dar una respuesta urgente e inmediata a todas las situaciones que se producirán. Recordar que en la calle se quedarán personas, nuestros semejantes.
Sin duda, una mala noticia. Una decisión que dudo tenga una valoración técnica que la respalde sino política. También contrario a todas las recomendaciones que se han realizado. Por ejemplo, las de las recomendaciones del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 con relación al proceso de desescalada. Una decisión inadecuada en estos difíciles momentos debido a la desprotección para quienes están ahora alojados. No hay ahora ninguna alternativa residencial en la ciudad que pueda facilitar una respuesta inmediata ante situaciones de grave vulnerabilidad y se vendrá encima el incremento de las personas que probablemente acudirán a los dispositivos de atención a personas en situación de calle. Toca seguir trabajando y mucho para crear la conciencia suficiente para erradicar esta problemática social. Para no abandonar de ninguna manera los modelos que deben estar presentes, los que resuelven y rescatan seres humanos de sus calles, personas que una vez tropezaron en sus vidas y quedaron invisibles para nuestra sociedad. El Housing First debe permanecer en Alicante y ellos, recuperar la vida.
