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Por un mercadillo digno en Mutxamel

Soy vecina de la calle Ramón y Cajal, en Mutxamel. Una calle desde donde hace años los vecinos sufrimos los estragos del mercadillo. Imaginaos: ruidos, suciedad, no poder salir de casa con personas en sillas de ruedas o carritos de bebés. Ahora en plena pandemia y con la idea de preservar las medidas higiénicas nos encontramos que el mercadillo lo han colocado en el interior del recinto de un colegio (hasta ahí todo bien) pero siguen ocupando una parte de la Calle Ramon y Cajal. Es decir, una calle donde los perros hacen sus deposiciones: orines y defecaciones (algunos dueños lo recogen o no) y al día siguiente, los comerciantes sitúan las cajas con productos alimenticios encima de esos orines y cacas.

Además, hemos observado la presencia de ratas. Es decir, imaginaos, en plena siglo XXI y en plena pandemia, decenas de camiones cargados de frutas y verduras (viajando de pueblo en pueblo) que ocupan varias calles durante horas, y que no tengo muy claro con qué frecuencia se fumigarán o habrá un control de plagas por parte del Ayuntamiento.

Entonces, mi pregunta al Ayuntamiento de Mutxamel y a sus responsables es: ¿No tendría más sentido habilitar un único recinto para que los comerciantes del mercadillo de Mutxamel pudiesen realizar su trabajo? Es decir, cuando vuelvan todos los puestos (ahora sólo hay un 25% que ni siquiera caben en ese colegio) no sería mucho más higiénico habilitar un recinto cerrado durante la semana donde no entrasen perros a hacer sus necesidades y donde se pudiesen aplicar las mejores medidas higiénicas. ¿Tan difícil es hacer esto? Espero que los gobernantes de Mutxamel piensen en sus vecinos y vecinas y busquen la mejor solución para tener el mercadillo digno que Mutxamel se merece.

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