El problema, para la derecha, no es que el gobierno pacte con Bildu. Aznar negoció con ETA y se atrevió a llamarle Movimiento Vasco de Liberación. Aquí se conjuga la hipocresía y el cinismo a partes iguales. También negociaron otros, incluido Maroto, pero esto por lo visto era más legítimo. El problema es que, si se deroga la Reforma Laboral en todo o en parte, el abuso y la explotación de estos años, que campaban por sus respetos quedará en parte rebajada. El que los trabajadores recuperen alguno de los derechos perdidos y la dignidad, les sienta muy mal a patronos sin escrúpulos, que son una minoría, pero muy dañina. Los ejemplos abundan en todos los ámbitos, agricultura, turismo, comercio etc. Así, recuperar la prioridad del convenio sectorial sobre el de la empresa; evitar el abuso de las subcontratas; que las condiciones del contrato sean pactadas y no que dependan solo del empresario; que el descuelgue del convenio sólo sea por causas graves y justificadas ante la autoridad laboral o el juzgado de lo social. Que los ERES no se puedan ejecutar sino bajo condiciones justificadas y rigurosas. Es muy importante regular los contratos de formación, los de media jornada y tiempo parcial fuente de abusos y fraude a la SS y Hacienda. Y para acabar, las condiciones de despido deben ser más rigurosas y siempre supervisadas por la autoridad laboral. En definitiva, se trata acabar con la enorme asimetría que existe, en cuanto derechos, a favor de los empresarios. Los trabajadores están totalmente indefensos.
Estas son las cosas que los empresarios y la derecha no quieren cambiar. Da igual que hubiera pactado el gobierno con C's, la derecha le acusaría de traidor sin inmutarse. El problema para lo que no es la derecha, es que esta tiene el poder y el dinero, y quiere todo el poder y todo el dinero. La justicia social y el interés general están muy lejos de sus intereses. Su idea de España no va más allá de coto de caza y cortijo.
