«Una crisis es una oportunidad». Este como cualquier tópico tiene su huella de verdad, y en esta pavorosa crisis, que nos desconcierta y cambia la vida, también aparecen las oportunidades. Recuperar el espacio urbano, el espacio de la ciudad, es una de ellas sin duda.
Cuando sales a las 20 horas, ves que la gente ha ocupado las calles andando, corriendo, en bici o en patinete; y sobre todo te das cuenta de lo que no ves: coches. Además, cuando te cruzas con alguno, te parecen extraños en el paisaje urbano y eso que hasta hace dos meses eran los reyes de la ciudad. Ante esto hemos visto las demandas de colectivos de movilidad y ciudadanía que han reclamado la apertura de más espacios cerrados al tráfico, así lo recogimos en Compromís y lo ha realizado el equipo de gobierno. Esta medida ha sido positiva para evitar aglomeraciones y guardar distancias, pero también por las ganas de volver a recuperar la ciudad, y no queremos perderlo. Debemos aprovecharlo y que algunos buenos deseos apuntados por el gobierno municipal no se queden en anuncios vacíos, porque después, la realidad camina por otro lado y lo que se decide son recortes en el transporte urbano colectivo de autobuses.
Hay que planificar el cambio de modelo de ciudad, pero ir actuando ya. ¿Para cuándo los avances en la peatonalización del centro tradicional que parece dormir en los cajones? ¿Por qué no ponemos en marcha el cierre al tráfico los domingos de diferentes zonas de la ciudad, aprovechando la experiencia de estas semanas y empezando por el cuadrado de Alfonso El Sabio, la Rambla, Explanada y Federico Soto? ¿En qué momento pondremos en marcha la priorización de carriles bicis que propone Alacant En Bici para coser ciudad y habilitar recorridos racionales que sirvan a la ciudadanía en su día a día? ¿Cuál es la razón para no avanzar en las soluciones ya previstas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible como convertir grandes vías paralelas en avenidas de un sentido único para recuperar espacio en las aceras para los peatones y espacio suficiente para carriles para el autobús y el transporte sostenible y ecológico?
Se trata de ir avanzando de forma más rápida de lo que lo hemos hecho en nuestra ciudad en tres ejes:
Recuperar espacio urbano para las personas, ampliando aceras, peatonalizando y creando nuevos espacios verdes y abiertos.
Diseñar y ejecutar corredores conectados para los llamados vehículos de movilidad personal (patinetes, bicicletas, monociclos?) seguros y separados de los peatones; todo esto unido con la promoción de la bicicleta y VPM como alternativas más seguras en la «nueva normalidad».
Refuerzo del transporte público ampliando líneas, mejorando frecuencias y con una revisión constante del mapa de líneas, que permita conectar los recorridos con las necesidades de las personas.
Desde hace años tenemos las demandas de los colectivos de movilidad y hemos escuchado buenos propósitos por parte de todo el mundo, incluso del bipartito. Estos días estamos viendo la revolución de la movilidad en muchas ciudades, próximas y de todo el mundo, la pandemia nos urge a respuestas urbanas que se adecuen a las nuevas pautas de relacionarnos y desplazarnos. Pero además, no se ha ido de nuestras vidas la emergencia climática que es, junto a la lucha contra las desigualdades, el mayor reto de nuestro futuro. Por favor, no desaprovechemos la oportunidad, que pocas veces hemos liderado ránkings de ciudades del Estado por motivos positivos y ahora lo hemos hecho reduciendo los niveles de contaminación en estos meses de confinamiento. Esta buena noticia no puede perderse en el momento en que lleguemos a la denominada y ansiada «nueva normalidad», por esto debemos unirnos al grito que nos lanzan muchas ciudadanas y ciudadanos. Nos exigen que recuperemos la ciudad para las personas y que caminemos hacia un modelo de ciudad más sostenible, amable y europeo. Aprovechemos esta oportunidad, situémonos en los modelos urbanos del siglo XXI, es momento de recuperar ciudad.
