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Toni Cabot

Postales del coronavirus

Toni Cabot

Empresarios en combustión

Tienen su sede en Altea y ramificaciones en buena parte de la provincia, desde La Marina hasta la Vega Baja. Agrupados bajo la denominación «Encuentros Empresariales», nacieron tras una reunión informal y amistosa que les congregó alrededor de una mesa para conversar y hablar de asuntos varios. A partir de ahí fueron creciendo hasta reunir a un centenar de empresarios alicantinos, que entraron en combustión tras la irrupción de la covid-19. La pandemia les unió como nunca para arrimar el hombro de manera altruista, prestando la infraestructura de sus empresas para fabricar desde distintos puntos de la geografía provincial todo tipo de material sanitario, desde pantallas protectoras y batas de plástico a accesorios para respiradores.

La situación generada por la epidemia y agravada por su inesperada irrupción generó necesidades críticas que exigían una rápida reacción. El grave problema de abastecimiento quedó plasmado a las primeras de cambio en la triste realidad del sector sanitario, sin material protector para defenderse del virus. Ese fue el motivo que impulsó a este grupo de empresarios de Alicante, cuya experiencia profesional quedó al servicio de la sociedad.

El primer taller de trabajo se creó en Altea, donde comenzaron utilizando impresoras 3D para fabricar pantallas protectoras a la vez que se pusieron manos a la obra para confeccionar batas desechables. Acto seguido entró en acción Alfaz del Pi con la fabricación en serie de una protección con un nuevo material que facilitaba aumentar la producción. A esa carrera se sumó otro taller alteano para sacar más batas y acto seguido la ola solidaria llegó a la Vega Baja y al Vinalopó con la participación de empresas de Almoradí y Elda en esa misma misión.

En cuestión de días, la iniciativa se tradujo en el aporte de más de mil doscientas pantallas protectoras diarias, batas y una cantidad muy superior de mascarillas, distribuidas en los puntos más necesitados de la provincia.

La evolución del proceso, que fue alcanzando un elevado nivel de coste, condujo a los miembros de la asociación a buscar financiación entre el empresariado a través de donaciones. La búsqueda dio sus frutos y se tradujo en 80.000 artículos más de protección que viajaron a Madrid, Barcelona, Valencia, Baleares, Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha y, por supuesto, a toda la provincia de Alicante.

En total, el grupo de empresarios acabó movilizando a más de 400 personas que permanecen en el anonimato y que se vieron ampliamente recompensadas con los mensajes de gratitud que han ido recibiendo de centros sanitarios y órganos de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

El proyecto empresarial utiliza como logotipo un corazón con un lema en su interior: «Todo va a salir bien». Para confirmar esto último habrá que esperar; lo que sí es una realidad es que su esfuerzo ha contribuido para que así sea.

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