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Toni Cabot

¿Qué no han entendido?

Enfrascados estábamos en la polémica de las zonas de la desescalada y en eso aparece un tal Johan Giesecke, científico sueco, -ya saben, de ese país que ha hecho la guerra por su cuenta con un confinamiento más suave que por ahora le ha salido bien- para aclararnos que no hay nada que hacer, que el coronavirus se propaga como un incendio y no importa lo que uno haga porque tarde o temprano todos nos vamos a contagiar. Y, dado que al final todos arderemos en la hoguera de la pandemia, el eminente epidemiólogo sueco se ríe de las cuarentenas rígidas y sus respectivas desescaladas, a las que no ve ningún sentido.

Para tratar de entender a este experto sueco hay que echar una ojeada a las líneas que trazó en su país, donde impera un confinamiento laxo, cuya medida más extrema es la prohibición de las reuniones de más de 50 personas. Giesecke estaba y está convencido de que el confinamiento solo retrasa los contagios mientras quiebra la economía del país. Su plan se enfoca a mitigar el coronavirus, no en detenerlo con medidas que alteraran drásticamente la vida cotidiana. En ese sentido, hasta ayer esgrimía las mismas recomendaciones: "La mejor manera de lograr la inmunidad de rebaño es que los jóvenes y las personas de menos de 50 o 60 años se mezclen; y decir a las personas mayores y con condiciones médicas preexistentes que se queden adentro. Hay que relajar una restricción por vez. Por ejemplo, reabrir las escuelas, testear mucho y evaluar la propagación del virus. Si hay más casos o no, si se pueden mantener abiertas las escuelas y pasar a la próxima etapa".

Al comparar los razonamientos científicos del sueco con los de Fernando Simón, o contrastar las versiones de la Generalitat con las del Ministerio de Sanidad, la primera duda que asalta es si lo más conveniente es dejar de leer, si eso que llaman infodemia para referirse al exceso de información riñe ya en nivel de peligrosidad con el virus. Satura escuchar una recomendación y la contraria; genera contrariedad o indignación (no nos quedemos cortos) comprobar cómo desde el mismo bando unos ven blanco lo que otros señalan como negro. En los últimos días se ha hecho viral una viñeta de Mafalda en la que la profesora se dirige a su compañero de pupitre.

-Veamos, Manolito, ¿qué es lo que no has entendido?

-Desde marzo hasta ahora ¡nada!

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