Mantiene Amartya Sen, Premio Nobel de Economía, que la Ética, de algún modo, es como el aire, cuando más lo notamos es cuando nos falta.
Y viene al caso porque en la catástrofe que vivimos vamos a notar qué nos falta, y evidenciaremos si estábamos preparados para afrontar contingencias, con qué horizontes, con qué visión, con qué valores hemos venido cimentado nuestra empresa.
Vamos a poder comprobar si todas las personas relacionadas con nuestra empresa han sido parte esencial para hacer realidad el proyecto, si los equipos humanos sienten la visión empresarial o ha sido solamente nuestro sueño personal, si nuestros clientes de siempre siguen siendo fieles o, por el contrario, ahora cambian sus lealtades. Ahora, en esta tormenta perfecta, comprobaremos la solidez de la confianza con nuestros proveedores y de la Sociedad en nuestra empresa.
Étnor se constituye desde la dignidad del ser humano, conseguir empresas con carácter, excelentes, eficaces en lo económico, creando el justo valor para todos los implicados, para desarrollar las capacidades y competencias desde la perspectiva humanista y de este modo construir una Sociedad justa y mejor. Las buenas empresas, las que sobreviven y logran buenos resultados son precisamente aquellas que junto a su quehacer cotidiano han incorporado un conjunto de valores morales como modo de concebir la gestión empresarial actual.
Étnor es un espacio de Ética aplicada a la Empresa, conformado por académicos y dirigentes empresariales que, mediante el debate y el intercambio de experiencias, orientamos nuestras acciones, encontramos ideas que nos permiten responder, anticiparnos a los formidables retos que se nos presentan en este entorno en permanente cambio, en este entorno VUCA, volátil, imprevisible, complejo y ambiguo. La enorme dificultad a la que como dirigentes nos enfrentamos no puede ser gestionada con las herramientas que tradicionalmente hemos utilizado, se hace necesario una mayor amplitud de miras.
Adela Cortina, directora académica de Étnor, mantiene que la Ética tiene que ver con el êthos, con el carácter que se forjan las personas y las organizaciones, con los hábitos que adquieren día a día para actuar de una forma excelente, desde la convicción de que hacerlo así es lo que corresponde y la Ética tiene que ver con la Justicia, con ese percatarse de que cualquiera que sea afectado por una actividad social tiene que ser tenido en cuenta al tomar decisiones que le afectan, pues hay una obligación moral con todos los afectados.
Ganar dinero no es el objetivo de la Empresa, es una necesidad para generar valor a los accionistas, dirigentes, empleados, clientes, proveedores, y la Sociedad en general ( E. Tortosa, primer presidente de Étnor).
Conseguir la sincronía entre el desarrollo económico y el desarrollo de los valores morales supone conseguir la Virtud o la Excelencia empresarial. Esta es la razón de ser de Étnor.
