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Opinión

Orihuela y el patrimonio cultural inteligente

El patrimonio cultural constituye un activo de primer orden en torno a tecnologías disruptivas como Internet de las Cosas, IoT, Big Data e Inteligencia Artificial, Blockchain, Realidad Virtual y Aumentada, Drones, Redes 5G? Esta tecnología es hoy por hoy una de las más competitivas a nivel mundial, siendo acreedora de ser exportada a países con insuficientes recursos para afrontar con eficiencia la conservación del patrimonio monumental. En España existen iniciativas del mayor interés, impulsadas por diversas instituciones, para el impulso de la sensorización del patrimonio y el estímulo al emprendimiento cultural y tecnológico. Las acciones realizadas hasta el momento ponen de relieve el potencial y la capacidad de esta industria avanzada para generar sinergias importantes, si se logra crear un ecosistema relevante que sea competitivo a nivel internacional.

El acuerdo alcanzado recientemente entre el alcalde, Emilio Bascuñana, y la consellera de Innovación, Carolina Pascual, para establecer una sede de Distrito Digital de la Comunidad Valenciana supone posicionar Orihuela como referente en la transformación digital de las industrias creativas, así como en la gestión inteligente del patrimonio cultural. Ello ha de conllevar también la consolidación de la ciudad como destino turístico inteligente, mediante la aplicación de tecnologías smart con actuaciones en materia de conservación preventiva de los bienes patrimoniales y de la cultura subyacente (bienes inmateriales); la difusión de la riqueza patrimonial -material e inmaterial-, así como de toda información de utilidad para el turista y ciudadano; y la conversión en conocimiento de los datos generados por los bienes culturales y su entorno, para lograr una mejor gestión de los mismos.

Entre las experiencias españolas de éxito en este campo, cabe citar a la Fundación Santa María la Real, coordinadora del proyecto europeo Smart Heritage City (SHCITY) que abordó el innovador reto de crear una herramienta única de código abierto para la gestión integral y conservación de centros urbanos históricos, al objeto de facilitar el trabajo a las autoridades competentes en la toma de decisiones. Esta solución integra datos recogidos por redes de sensores desplegados en el conjunto urbano, a fin de controlar y responder a los elementos de riesgo que afectan a los edificios y su entorno cercano, la gestión de consumos energéticos, los parámetros ambientales y aquellos otros que están relacionados con la gestión como el control y ordenación del flujo de visitantes.

Se basa el sistema en el uso de las TIC y el conocimiento experto de diferentes campos relacionados con la gestión del patrimonio a escala urbana, adaptando la fase de monitorización y pasando de un edificio a un conjunto urbano. La herramienta reporta una sustancial mejora cualitativa en la conservación del patrimonio, al adelantarse al deterioro irreversible y proponer actuaciones de mantenimiento menos intervencionistas. Y posibilita, sobre todo, la gestión eficaz del inmueble histórico, a través de una red de sensores inalámbricos (ambientales, estructurales y lumínicos) que registran y transmiten a un centro de control múltiples factores que afectan a la preservación de los lugares históricos y de los bienes que éstos albergan.

En resumen, los ejes fundamentales en los que se asienta este nuevo paradigma son: adopción de un modelo de protección y conservación preventiva del patrimonio, con el fin de optimizar su estado y de disminuir costes. Gestión de uso para generar un desarrollo sostenible en los territorios y proporcionar nuevas oportunidades de futuro a sus habitantes. Implementación de procesos de eficiencia energética en los conjuntos culturales e históricos, sin alterar su valor patrimonial. Seguridad y vigilancia, mejorando factores como la accesibilidad de los visitantes y garantizando la integridad de los bienes patrimoniales. Difusión y exposición, reforzando el vínculo histórico y cultural que hay entre la sociedad civil y su patrimonio.

Este sistema de monitorización ha conectado ya tres bienes Patrimonio de la Humanidad y 67 edificios históricos en España, Francia, Portugal y Chile, demostrando que la digitalización del patrimonio cultural no sólo es posible sino que es eficiente y eficaz, como se ha demostrado ya, por ejemplo, en Ávila. Todo un modelo a seguir para la puesta en valor del conjunto monumental oriolano.

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