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Gerardo Muñoz

Momentos de Alicante

Gerardo Muñoz

Correos (II)

Siglo XIX

Como solía hacer a diario, Rosa Macé mandó en la mañana del 3 de octubre de 1808 a un mozo a su servicio, de 13 años de edad, que recorriese las dos leguas que separaba su casa de campo, situada en Torrellano, con la ciudad de Alicante, con el encargo de hacer algunas compras y entregar varios mensajes. Esta vez se trataba de entregar tres cartas al cónsul de Holanda y un pliego al doctor José Benito, del hospital de San Juan de Dios, junto con el cual le devolvía diarios y gacetas que este le hacía el favor de enviarle para que estuviese informada de las noticias más importantes.

Pero aquella mañana el chico mandado por Macé sufrió un contratiempo: en la Puerta de la Reina un guarda le registró y, al hallarle las tres cartas cerradas y el pliego, se los requisó y los llevó a la Casa de Correos. El administrador de este servicio envió la correspondencia a casa del cónsul de Holanda, a quien exigió que pagara, a cuenta de Rosa Macé, 38 reales de multa. Esta protestó ante el gobernador alicantino en carta fechada el 11 de octubre, aludiendo que, aun teniendo su residencia oficial en la ciudad, vivía medio año en su casa de campo, considerándola «dentro del termino de Alicante. Como un Arrabal de la Ciudad y que no hay Estafeta ni Caja de Correos donde pueda echar mis cartas» y que diariamente enviaba a su sirviente a Alicante «para que me traiga no solo los comestibles que necesito, sino los encargos y noticias de mi Casa de la Ciudad, uno y otro lo hago por medio de papeles cerrados por no fiarlos á la memoria del chico, ni á la curiosidad de los estraños», por lo que exigía que se le devolviera el importe de la multa.

El gobernador, José de Betegón, pidió el 13 de octubre al administrador principal de la Renta de Correos que le informara sobre el asunto. Al día siguiente le respondió confirmándole lo ocurrido: al cónsul le había informado de que, según la ordenanza de correos, debía haberse pagado un ducado por carta, pero «le insinué a dicho Consul podía dar á los Guardas dos ó tres ducados, pagando el porte de las Cartas al Pliego y no dar cuenta para no formar sumario. De hecho, dio 38 reales vellon el referido cónsul, que se distribuyeron en esta forma: 24 reales al Guarda Juan Rodríguez, que debía partir con su compañero: 9 reales al mozo de oficio y ordenanza de esta Administracion y los 5 restantes á la Renta, importe de tres cartas y pliego», añadiendo que «por delante de la casa de campo de Doña Rosa Marsé pasa el correo quatro veces en la semana (?), además, el capítulo 2º, título 20, de la Ordenanza está terminante diciendo, que donde no hubiere Administracion o Estafeta puedan despachar cartas hasta entregarlas en la más próxima».

Francisco Antonio Moreno

Se conservan en el Archivo Municipal de Alicante (AMA) dos legajos, fechados el 16 de agosto de 1820 y 4 de julio de 1821, en los que aparecen los nombres, edades y sueldos de los empleados de correos alicantinos. Eran estos:

Francisco Antonio Moreno, administrador principal, 59 años, 12 ducados anuales; Pantaleón Sarasua, oficial 1º, 62 años, 7700 reales; José Alonso, oficial 2º, 58 años, 5500 reales; Vicente Sortes, oficial 3º, 36 años, 4400 reales; Manuel Soriano, mozo, 51 años, 6 reales; José Llorca, cochero sin sueldo, 51 años; José Roig, cartero sin sueldo, 41 años; y Antonio Pacheco, cartero sin sueldo, 22 años.

Francisco Antonio Moreno fue el administrador durante prácticamente toda la década de 1820. En el AMA hay numerosos documentos firmados por él con dicho cargo entre el 1 de julio de 1820 y el 30 de mayo de 1827. Casi todos ellos son oficios dirigidos al gobernador, al ayuntamiento y a los juzgados, reclamando el pago de deudas por el servicio de correspondencia.

En 1838, Antonio Pacheco tenía el oficio de mozo de correos en Alicante. Lo sabemos por un oficio firmado por los regidores Ramón Bello y Juan Puerto, en el que informaban al resto de componentes del cabildo municipal de la conducta de dicho Pacheco. Había rumores que le acusaban de haber formado parte en 1822 de una facción carlista y de haber destrozado la placa dedicada a la Constitución de 1812, pero Bello y Puerto aseguraron que «es absolutamente falso y calumnioso que Pacheco se hubiese incorporado á la faccion de Sampere en 1822, en cuya época permaneció constantemente en esta Plaza desempeñando su destino de cartero: Que poco antes de la capitulación, en que cesaron de todo punto las comunicaciones, y las oficinas de correos se hallaban paralizadas y sus dependientes sin pagas, viéndose Pacheco en el mayor conflicto sin poder atender á la manutencion de su familia, dispuso que esta saliese á uno de los Pueblos inmediatos donde tenía algunos parientes con cuyos ausilios contaba, y cuando ya se hallaba entablada la capitulacion marchó á incorporarse con aquella, y regresó tan luego como se verificó la entrega á las tropas francesas: Pero no entró como se supone á arrancar la lapida de la Constitucion, ni cometió ningunos escesos».

En 1839, el administrador de correos alicantino era Joaquín del Corro.

Sellos, telégrafos, trenes

El primer sello de correos en España, con la imagen de Isabel II, salió en 1850. A partir de entonces el servicio era pagado por el expedidor en vez del destinatario, bajándose los costes y popularizándose.

Correos incorporó el servicio de telégrafos en España en 1855. Gracias al ferrocarril el servicio postal se agilizó y se extendió por toda la península. El último tren correo partió de la estación de Chamartín en 1993. El Cuerpo de Correos se creó en España en 1889.

Casas de correos

Había una calle llamada Correo Viejo que en 1852 pasó a llamarse Guzmán y que desapareció cuando se amplió la plaza del Progreso (hoy Santísima Faz). Parece evidente que en dicha calle había una estafeta de correos.

La primera referencia documental a una casa de correos en la ciudad tiene fecha del 27 de abril de 1844: Ramón Izquierdo Hernández, apoderado de Francisco Marín, se dirige al ayuntamiento porque «habiendo alquilado a la Administracion de Correos una casa en la calle de la Princesa, ha sido preciso tapiar una de sus dos puertas hasta cierta altura, colocando el buzon y una reja, todo en el vacío de dicha puerta», pero las obras habían sido suspendidas por carecer de licencia municipal, la cual solicitaba con urgencia. Esta fue concedida por el cabildo el 4 de mayo, después de que el alcalde, barón de Finestrat, y el regidor de Ornato, Emilio Jover, inspeccionasen la casa.

En junio de 1869 fueron trasladadas al edificio que ocupaba el antiguo Consulado de Comercio en la plaza del Mar, las oficinas de Telégrafos (que estaban en la plaza del Progreso) y las de Correos. El buzón se colocó a la derecha de la puerta principal, según notició Eco de Alicante el 26 de dicho mes.

Ya en el siglo XX, según una guía de Alicante de 1907/1908, la administración principal de Correos tenía sus oficinas en la planta baja de la casa de la plaza de Isabel II 6. Por su parte, la central telegráfica ocupaba «desde hace bastantes años en el piso principal de la casa calle de Gravina, número 1».

En 1916 el ayuntamiento aprobó un concurso de proyectos para la nueva Casa de Correos y Telégrafos que habría de construirse en la plaza de Isabel II (hoy Gabriel Miró). Era un solar en el que se había construido el depósito de la sal en el siglo XV, cuyo edificio luego sirvió de cárcel y más tarde, casi en ruinas, fue vendido a un particular. En él se instaló uno de los primeros teatros de verano y, después de una gran reforma, quedó convertido en salón de cine y varietés con el nombre de Cine-Sport. Al quedar nuevamente abandonado, el dueño lo vendió al Estado. La primera piedra fue colocada el 20 de mayo de 1917. El contratista de obras se llamaba Tesifonte García. El edificio era de estilo plateresco y constaba de cuatro plantas, incluido el sótano. Sus dos fachadas daban a las calles San Fernando (donde se colocaron dos buzones) y Valverde.

El 20 de octubre de 1920 se abrieron al público las puertas de las nuevas oficinas de Correos y Telégrafos, que hasta entonces estaban instaladas en edificios particulares. No hubo inauguración oficial porque la apertura fue algo precipitada debido a que el edificio aledaño al que ocupaban las oficinas de Telégrafos (paseo de Méndez Núñez 19) se derrumbó en parte por estar en ruinas.

www.gerardomunoz.com

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