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La importancia de valorar la música en tiempos críticos

Debido a la situación sobrevenida por el Covid-19, nuestro sector, el musical y cultural fue el primero en notar de las graves consecuencias del virus. Ya antes de aprobarse el estado de alerta empezaban a cancelarse y aplazarse conciertos por todo el país, las redes sociales se inundaban con cartelitos de "cancelado" y "aplazado", algunos eventos ya devolvían dinero y otros lograban reubicarse en fechas venideras. Las pérdidas son gigantescas para el sector y giras y festivales fueron los primeros en notar el impacto. Una vez avanzaba la semana previa al estado de alerta, el segundo paso, después de suspender conciertos, era cerrar teatros y espacios culturales de más de 1.000 personas y en los de menos de 1.000 reducir los espacios en todas las salas a un 30% del aforo, medida que desde un principio abocaba a todos ellos, inexorablemente al cierre. Se cancelaron conciertos, funciones en teatros y espacios culturales por todo el país (en algunos casos se suspendieron eventos previstos, incluso, para finales de abril), de un plumazo y sin dudar.

Y mientras esto sucedía, mas de 2.000 hinchas del Atlético de Madrid volaban a Liverpool y se estudiaba detenidamente qué se hacía con otros sectores. A finales de la semana se toma la decisión de cerrar todos los bares, restaurantes y demás espacios e industrias, medida que parece adecuada y prudente para ir viendo la evolución del virus. Teniendo claro que la situación en la que estamos ahora, todos recluidos en las casas para frenar el virus, es la solución que parece más lógica, parece claro también que igual es un buen momento para ver el sector musical y cultural de este país como lo que realmente es: un motor económico muy importante del que depende mucha gente€ Resulta curioso y recurrente que siempre sea la cultura y la música lo primero en recortarse y cancelarse, sin que estas decisiones generen debates, ni en la forma, los plazos o tiempos y que no genere discusión alguna respecto. Siempre se recorta y castiga en primer lugar a un sector que tiene el mantra de "subvencionado" cuando realmente en el 95% de los casos funciona de manera independiente, que en el 2019 empleó a más de 700.000 personas, cuyo impacto en el PIB en 2019 fue del 3,2%.

Por cierto, toda la música, series o conciertos que consumiremos estos días desde nuestras casas esta producido al 100% por este sector: artistas, músicos, productores, técnicos, guionistas, directores, maquilladores y todo el montón de gente que puedes ver en los créditos, trabajaron en su día para que podamos disfrutar de estos momentos de ocio y en este caso para que la cuarentena nos resulte más llevadera. Apoyemos a este sector cuando pase, que pasará, esta pesadilla. Pero, sobre todo, seamos capaces de valorar en su conjunto a un sector que tiene una importancia enorme, en lo emocional, en lo social y en lo económico. De hecho, en estos tiempos críticos la gente sale a los balcones y canta para desestresarse, para no sentirse solo€

Disfruta de conciertos on line, se relaja con música en streaming, sigue series llenas de músicas que dan valor a los hechos€ qué añadir de las canciones que acompañan los grandes momentos de nuestras vidas. No olvidemos, por lo tanto, que estamos ante un sector imprescindible. Valorar quiere decir que seamos capaces de tener en cuenta y respetar el trabajo que hay detrás de todas estas historias en forma de series o canciones de mucha, muchísima gente que trabaja en este sector.

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