El presente es duro, de los peores que nos ha tocado vivir a los que no vimos la guerra de cerca. En situaciones como ésta trato de ser positivo y pensar que la capacidad del ser humano para sobrevivir a todos los desastres es lo que nos ha hecho progresar como especie. Pero cuando pasas, como yo ayer, toda una mañana colgado del teléfono hablando con empresarios, con problemas muy graves y que no saben si podrán abrir la persiana dentro de unos meses cuando esto acabe, llegas a dudar. Es ahora cuando las empresas, sobre todo las más pequeñas y los autónomos, necesitan el apoyo de sus instituciones y es momento de ser valientes y exigir que los gobiernos tomen medidas de calado, arriesgadas, para que a fin de año esta situación sea una mala pesadilla.

La Cámara que presido ha tenido a gala en su historia defender la lealtad institucional sin renunciar a su capacidad de levantar la voz cuando el momento lo requería. Ahora toca dejar trabajar a las autoridades para que, ante todo, acaben con este virus que está destrozando la vida a tantas familias y nos hace recluirnos con sensación de incredulidad. La salud es sin duda lo primero, pero ya hay que mirar más adelante, al día después de la pandemia, cuando salgamos a la calle, nos miremos las caras y tengamos que decidir cuáles serán nuestros primeros pasos en libertad.

La economía no espera, estamos en una pausa irreal pero el mundo sigue y no espera a nadie. Los empresarios de la provincia de Alicante tenemos que exigir alto y claro las medidas económicas que se precisen para que las empresas salgan adelante, con infinitos problemas que habrá que ir resolviendo. No todo se resuelve por vía de subvenciones, pero tanto el gobierno central como el autonómico tendrán que garantizar la subsistencia de las pymes y de los autónomos con decisiones urgentes para evitar el colapso económico e impedir una ola de despidos masivos. El Gobierno tiene que garantizar la liquidez en el sistema mediante programas de garantías, avales o créditos para que las empresas puedan superar la situación. Es necesario también un paquete laboral para asegurar puestos de trabajo y minimizar el golpe sobre el empleo.

Antes del virus la situación económica de España era ya preocupante. Con una deuda pública en el 100% del PIB, un déficit poco menor del 3% y un desempleo del 14% la cosa no pintaba bien. Tras la pandemia, los tres indicadores están condenados a aumentar en los próximos trimestres.

Hay comunidades autónomas que ya han puesto sobre la mesa muchos millones de euros para ayudar a los empresarios a superar esta crisis. Andalucía, sin ir más lejos, ha aprobado un paquete de medidas por valor de mil millones de euros y nuestro gobierno autónomo no debe ser menos si queremos progresar adecuadamente con parecidas herramientas de gestión.

No podemos permitir que un millón de personas se puedan ir al paro en las próximas semanas si no se adoptan medidas rápidas. Es verdad que el primer objetivo es vencer al COVID 19 y para ello debe aumentar el gasto sanitario hasta donde sea necesario, pero inmediatamente deben arbitrarse medidas de liquidez para garantizar que las empresas, grandes y pequeñas, puedan superar los meses de incertidumbre.

Hay que reclamar a las instituciones europeas un plan coordinado de inversiones para relanzar la demanda interna y también ayudas fiscales y flexibilidad laboral para pymes y autónomos. ¿Y para cuándo lo queremos? Para ya mismo, es imprescindible generar confianza entre los empresarios de cara al futuro.

Desde la Cámara vamos a potenciar nuestros mecanismos de información, vamos a ser muy proactivos para resolver cualquier duda que se pueda plantear cualquier empresa y reclamar a la Administración que remueva todos los obstáculos. Es obligación de los gobiernos servir a los ciudadanos. Necesitamos que no se refugien en la comodidad de su aislamiento y empiecen a implementar soluciones, que sin duda las hay. Tarde o temprano saldremos de ésta, pero si salimos en el pelotón de cabeza tendremos mucho ganado. La provincia de Alicante debe estar a la vanguardia y así lo vamos a pelear, desde la Cámara de la Provincia de Alicante, ante quien corresponda.