Las circunstancias que está viviendo el Estado en este momento por el COVID-19 supone una de las mayores (si no la mayor) crisis a las que se ha enfrentado la sociedad y los servicios sanitarios en el país. Hablar ahora del número de víctimas, día a día, nos tendría que poner en antecedentes de cómo puede llegar a afectarnos el coronavirus.
Si las circunstancias nos llevan a estar, ahora más que nunca, concienciados con las medidas que exigen tanto los políticos como los expertos sanitarios, debemos tener presente que solo desde la lucha colectiva podremos vencer al mal que nos atenaza y que supone, de hecho, un ataque fuerte para los colectivos más vulnerables. Mayores y enfermos crónicos necesitan estos días más que nunca una especial atención no sólo desde los servicios sanitarios.
Hace tiempo veíamos como desde distintas fuerzas políticas se atacaba sistemáticamente a la Sanidad Pública. Una Sanidad que ha sido el mayor ejemplo que hemos tenido, y de momento tenemos en nuestro país, de los beneficios del Estado de Bienestar en el que hemos fundamentado los derechos y deberes para todas las personas que viven dentro de nuestras fronteras.
La Sanidad Pública y Universal nos dota de las herramientas necesarias y suficientes como para poder dar la cara contra el COVID-19, en este momento, o el sin fin de enfermedades que se curan gracias a uno de los mejores sistemas sanitarios, pese a los recortes, del mundo. Dotar, por tanto, económicamente a nuestra sanidad no debería ponerse jamás en cuestión, pero incluso hoy, cuando estamos batiéndonos en duelo con una pandemia global, hay quien pretende eliminar la universabilidad de nuestra sanidad.
Uniendo nuestras fuerzas y cumpliendo escrupulosamente con las medidas que nos vayan indicando, podremos decir, a la mayor brevedad, que el COVID-19 es solo un mal recuerdo del pasado.
Y así volveremos a disfrutar de nuestras fiestas, encuentros familiares, vacaciones y nuestras terrazas, bares, discotecas y playas. Solo así podremos decir que somos una sociedad solidaria y que entiende que cuando las cosas van mal, nuestra unión hace la fuerza. Estado de Alarma, sí. Pero desde la unidad podremos con esto.
