Sé que es arriesgado particularizar el protagonismo y presencia de la mujer oriolana en la Semana Santa de Orihuela, pues sin mala intención por mi parte pueden quedar muchos nombres en el tintero, aunque no en nuestra memoria y en el corazón. Sin embargo, ante todo hemos de recordar a nuestras madres, esposas y hermanas que, año tras año, cumplían con el sagrado oficio de sacar el doble a la vesta y la capa de nazarenos, así como prepararnos los caramelos para repartir en la procesión. De igual manera, que si hay que rememorar a las mujeres en nuestra Semana Mayor, y así no dejar a ninguna en el olvido, tal vez, lo primero es poner ante nuestros ojos a la legión de jóvenes y mayores que, el Domingo de Ramos truecan la palma blanca por el enlutado traje coronado de peina y mantilla, en la procesión de la tarde de la Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores, en la que se dan cita las mujeres de todas las clases sociales, desde aquellas «Carrisa» con su bolso en el brazo a la Marquesa de Rubalcava, hace algunos años.

Mujeres que han ido incorporándose en cargos de responsabilidad, no sólo en dicha Mayordomía, como Manola Pescetto, Ana María Lucas, Conchita Martínez Marín, María Dolores Botella Guillén o a su actual Presidenta , María Dolores Bregante Illescas que, además durante muchos años ha desempeñado cargos de compromiso en la Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomías.

Mujeres que han ido ocupando puestos en las Juntas Directivas de las mismas, como María Dolores Rodríguez Esquer en la Presidencia de la Cofradía Ecce-Homo y su antecesora Maite Martínez Leandro, que han continuado con su presencia el camino anterior de Juanita Carrió y Mary Galiano. Al igual que Josefina Melgarejo Gálvez, en la Tercera Orden Franciscana Seglar.

Mujeres que han ido entregándolo todo por su Cofradía o Hermandad, siendo después reconocido su trabajo con el nombramiento de abanderadas o porta-estandartes o cofrades de Honor, como en este año 2020: Asunción Murcia Arróniz, Alba Pellús Murcia, Sara Escudero Menargues como Niña Samaritana, Cristina Vidal Cifuentes, Sofía Cerezo Belmonte y recordamos a la Portaguión de la Cofradía del Perdón, nombrada el pasado año, María Dolores Castejón Izquierdo.

Mujeres que ponen su voz, sentimiento y corazón como glosadoras del Pregón de la Semana Santa como algunas citadas anteriormente y otra como: María Luisa Guillén Montiel, Gloria Aparicio Velero, Conchita Giménez García, María Teresa Sánchez Cánovas, Gemma Ruiz Ángel, Julita Valoria Martínez-Moscardó, Mª Ángeles Vidal Vegara, y en este año, Mª Dolores Bregante Illescas.

Todas ellas, desde niñas han estado vinculadas con la Semana Santa de Orihuela y, en su glosa siempre han mostrado los recuerdos de aquellos años, junto a sus padres, hermanos y abuelos, además de su sentimiento hacia los hechos transcendentales que se vivieron hace poco más de dos milenios que desencadenaron la redención del género humano.

Mujeres que, poco a poco, se han ido incorporando como «Pilares de la Soledad», acompañando a la enlutada imagen en la procesión del Santo Entierro de Cristo de la tarde del Sábado Santo.

Mujeres que han buscado su destino en la política y que han desempeñado tareas responsables en la Concejalía de Festividades, apoyando a la Semana Santa y representando al Ayuntamiento de Orihuela en la Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomías: María Encarna Galiano Escudero, Mayte Valero Navarro, Carolina Gracia Gómez y Mariola Rocamora Gisbert.

Mujeres que han dejado su impronta como sastresas y bordadoras, trabajadoras de dulcería y repostería, restauración y hotelería, y otras que han aportado con sus textos en la revista «Oleza» su sentimiento, experiencia y recuerdos de la Semana Santa, además de algunas ya nombradas, y otras como Pilar Ávila Roca de Togores, Maite Morell Javaloyes, Antonia Moreno Ruiz, Nieves Ezcurra Gilabert, Mª Carmen Sánchez Mateos, Margarita Sánchez Nortes, Elisa Martínez Zerón, Pilar Murcia Mojica y Milagro del Arroyo González-Pintado. Así como con los dibujos en sus páginas de Leire Ferreiro Polo.

La aportación de todas ellas y de aquellas otras de generaciones anteriores o nuevas que, con responsabilidad han sabido y saben contribuir para el esplendor de la Semana Santa de Orihuela, y que gracias a su apoyo y trabajo, en muchas ocasiones callado, facilitaron el que fuera declarada de Interés Turístico Internacional.

Sirvan estas líneas como mi sencillo homenaje a todas las mujeres, a través de esta faceta tan querida de los oriolanos ya no solo en la Semana Santa, sino además en otras muchas actividades empresariales, docentes, deportivas, religiosas, comerciales, políticas y sanitarias que con su labor de día a día nos demuestran que son en justicia imprescindibles en nuestra sociedad.

Con toda mi admiración y respeto en este su día 8 de marzo y, por supuesto, en el resto de todos los días del año.