Primero de todo tal vez haya sido el enorme impacto que supondrá en todos los aficionados a la pintura la visualización de los preciosos melocotoneros en flor pintados por Vincent Van Gogh. Para después continuar seducidos por esta temática de la floración de los árboles frutales en nuestros paisajistas alicantinos más notorios, como Emilio Varela, Xavier Soler, José Pérez Gil, González Santana, Enrique Lledó?En la actualidad todavía quedamos en Elche algunos pintores amantes de la naturaleza que estamos esperando impacientes todos los años el mes de febrero y la floración de los almendros. Aunque sólo sea para hacernos unos apuntes o manchitas del natural que nos acrediten haber vivido un año más tan maravilloso espectáculo. Lo de menos será el resultado.

Lo mejor habrá sido el deambular por los bancales y barrancos hasta dar con el sitio más idóneo para plantar el caballete o la silla de dibujo. Mención aparte merecerán los almuerzos y comidas que nos pegaremos por los barecitos rurales.

Llegados a este mes de los almendros en flor, los dibujantes del grupo Cuadernos Viajeros solemos derivar algunas de nuestras habituales quedadas de los sábados para dibujar en la ciudad a los campos de Elche, La Canalosa y los Hondones ( el de Las Nieves y el de Los Frailes) . Perpetuando así el ritual de disfrutar de tanta belleza. Atrás han quedado aquellos tiempos en que, como renovados impresionistas, salíamos al campo con el maletín de óleos y nos poníamos a empastar sobre los lienzos sujetos en el caballete. En la actualidad los artistas preferimos salir con nuestros simples cuadernos de dibujo y trabajar con técnicas más livianas, como los rotuladores, los lápices de colores o las acuarelas. Después colgamos nuestros resultados en Internet y los mostramos a todo el mundo.

El proceso de realización de estos trabajos siempre estará cargado de anécdotas sabrosísimas y dignas de recordar y comentar: frío a manta y las acuarelas que se te caen de las manos; la lluvia que te pilla a medias y tienes que refugiarte en cualquier sitio; solecito encantador; una conversación intranscendente con los compañeros; el pedazo de coca más sabroso; unas risas...

Una estética que todavía es necesaria aunque sea para desenganchar de tanta tecnología. En otro momento ya seremos más modernos, y más «genios», incluso hasta es posible que nos lleven a ARCO (Feria Internacional de Arte Contemporáneo).

Pocas cosas habrán tan gratificantes para un pintor o dibujante de nuestros lares como la floración de los almendros. Algo te renueva la inspiración bajo el susurro de las abejas y te lanzas como un cohete hacia nuevos proyectos y aventuras mucho más arriesgadas. Estás enamorado y serías capaz de todo.

Esta seguridad renovadora es la que hacía que algún sábado del mes de febrero nuestra Escuela de Pintura CAM del Hort del Xocolater fletara un par de autobuses para llevar a los alumnos a dibujar y pintar los almendros en flor. Para los alumnos más pequeños estas experiencias tuvieron que ser decisivas, inolvidables. Conservo algunos cartones de aquellos años realizados por mis hijos que son un testimonio único y maravilloso. Museístico. La magia del arte infantil nos ofrece siempre la belleza en su estado más sencillo.

No sé cómo, pero se debería insistir en estas oportunidades de dar a conocer la naturaleza en sus mejores momentos. En los primeros setenta del siglo pasado el Grup Art Jove Il.licità ya dedicaba su homenaje «Al ametler en flor» en el mesón El Abuelo de la calle Olivereta, actual administración de Lotería. En definitiva, resulta muy alentador comprobar que la antorcha sigue encendida. Continuará?