Acabo de oír unas declaraciones del concejal Manresa, en las que afirma que se va a hacer un estudio oficial y detallado para saber qué le pasa a la fuente de Bañuls, cuyo costo asciende a 100.000 euros.

Hasta donde yo sé, ya se hizo un estudio oficial y detallado realizado por el Departamento de Ingeniería de la Universidad de Alicante, dirigido por el catedrático Salvador Ivorra, en el que se concluía los peligros de las mascletàes para el monumento de Daniel Bañuls.

Por otra parte, Miguel Valor ordenó un estudio realizado por un arquitecto especialista en restauración del patrimonio y contratado por Infraestructuras.

De otra parte están los técnicos de restauración que, año tras año revisan la fuente y llevan detalladamente un control del estado del monumento. Las conclusiones de todos los estudios son devastadoras.

Ahora Manresa quiere saber qué demonios le sucede a la fuente de Bañuls, con un gasto de 100.000 euros, que pagaremos los contribuyentes. Yo podría explicárselo en 10 minutos y gratis, pero claro ante eminencias como los catedráticos, arquitectos, técnicos y restauradores, huelga mi opinión.

No obstante, se la daré.

La fuente de Bañuls está sometida a constantes terremotos y contaminación atmosférica. Los materiales que utilizó Daniel Bañuls eran de buena calidad, me consta. Pero como cualquier monumento de más de 100 años, ubicado en el área urbana, sufre del «mal de piedra», además de otros. Y me explico: la pólvora de las mascletàes transforma el carbonato cálcico en sulfato cálcico, es decir lo convierte en escayola. Todos sabemos que la escayola al mojarse pierde consistencia y acaba por desmoronarse.

Por otro lado, antes de la construcción de la estación de TRAM, el piso sobre el que se asienta la fuente era sólido. Ahora hay un gran vacío que actúa como caja de resonancia, como un tambor; de manera que las vibraciones de las mascletàes se duplican hacia arriba y hacia abajo, agitando la fuente como lo haría un terremoto.

Cada mascletà provoca grietas profundas, el agua de la fuente se filtra y la estructura interna se pudre, oxidando la ferramenta que sostiene el monumento y provocando nuevas grietas más peligrosas.

¿Queremos conservar tan emblemático lugar? Hay soluciones, desde luego. En primer lugar trasladar las mascletàes a otro lugar, ya que se ha comprobado que es el agente que acelera las patologías de éste emblemático monumento. En segundo lugar, hacer una verdadera restauración, no un parcheo para la siguiente mascletà. Y si les parece bien, yo peatonalizaría la plaza de Luceros, lo han hecho en otros lugares (Málaga, Segovia, Madrid, etcétera). ¿Problemas de tráfico?, para eso están los técnicos de Urbanismo, que cortan las calles ante algún evento y le dan libre circulación.

Para mí, lo que le pasa a la fuente de Bañuls es que le sobran las mascletàes. Hay otros lugares para hacerlas y la festa y los festeros podrían disfrutar igualmente. Que conste, nada tengo en contra de las mascletàes, pero sinceramente prefiero la fuente dels Cavalls o fuente de Levante, que así la bautizó Daniel Bañuls.

Por último, recordar que éste mismo diario, realizó una encuesta pública en la que el 65 % pedía el traslado de las mascletàes a otro lugar.

Todo lo demás es? marear la perdiz.