Lunes

EL OVNI

Es casi sobrehumano resistirse a la misericordia ante el vía crucis de Ábalos en Barajas. La trama no ofrece complejidades: un avión del gobierno venezolano aterriza con una ministra de rango a bordo y Ábalos acude al aeropuerto casi clandestinamente con la ilusoria esperanza de pasar desapercibido. Lamentablemente para él, la UE ha roto relaciones con Venezuela y el encuentro podría vulnerar esta resolución, lo que obliga al ministro a agotar el repertorio de excusas cómicas que se van derrumbando sucesivamente en cuanto el «vis a vis», como era previsible, llega a las estribaciones del Himalaya. Si, como asegura la portavoz del Gobierno, la gestión de Ábalos evitó una crisis diplomática, no se entiende por qué ha dado una explicación distinta cada cinco minutos, parece seguir dieta de guindillas desde el incidente y no muestra la eufórica sonrisa del estadista providencial. Es tan posible que el Gobierno se viera sorprendido por una visita incómoda y tuviese que improvisar como que el ajuar de la cohabitación con Podemos incluya el endoso de algunos pecados inconfesables.

Martes

DESAGRAVIO

Técnicamente, los golpistas catalanes están encarcelados; en la práctica, sufren destierro en una prisión hogareña, un poco a la manera de los bolcheviques enviados a Siberia que la propaganda nos hizo creer que habían languidecido en gélidos barracones rodeados de alambradas cuando en realidad vivían con sus familias en coquetas casitas de campo. Ahora bien, lo que los zares jamás permitieron a Lenin es que pudiera abandonar Siberia durante unas horas para dar un mitin en San Petersburgo y en esto le lleva ventaja Oriol Junqueras, el carismático, inteligente y desvergonzado interlocutor de Sánchez y su mariachi en la «mesa de diálogo» (son espeluznantes las similitudes con los eufemismos que se utilizaron durante la negociación con Eta y Batasuna). Hoy ha intervenido en una comisión del parlamento catalán y el acto ha degenerado fácilmente en un homenaje legal de cómplices impunes a autores condenados. He levitado cuando Junqueras ha aludido como fuente de autoridad moral a los 26 referendos de autodeterminación que se han celebrado desde 1991 sin el consentimiento del «Estado matriz», es decir, por las bravas. Naturalmente, ha olvidado mencionar que ninguno de esos 26 «Estados matriz» era una democracia.

MIércoles

EL BAILE DE LOS VAMPIROS

Comprender la física cuántica es una tarea bastante más accesible que caminar por los vericuetos del procés y por ello me limito a reseñar que el inhabilitado Torra ha convocado elecciones. Es el penúltimo movimiento de la partida de ajedrez gárrulo que juegan las dos facciones del independentismo con el tablero apoyado sobre las espaldas de los catalanes, una simpática tribu de siete millones de aborígenes cuyos impuestos se usaron para comprar urnas chinas en lugar de aspirinas alemanas. También constato que el presidente Sánchez puede ser el primer gobernante de la historia universal que se entreviste oficialmente con un inhabilitado en funciones, un novedoso estatus que supondría otra contribución de España a la ciencia política tras «pronunciamiento», «caudillismo» o «quinta columna». Por lo demás, una consecuencia colateral de este guirigay clínico es la insinuación de que Ciudadanos y PP no descartan presentarse en coalición dada la «gravedad de la situación catalana». Bueno, la situación catalana es grave, pero la suya tampoco desmerece y reside en sus escasas posibilidades de sobrevivir si concurren por separado.

Jueves

MATERIAL DE DERRIBO

La dimisión de Jordi Sevilla como presidente de Red Eléctrica de España es el tipo de noticia especializada a la que no se presta atención por un motivo esencial: nadie sabe qué es Red Eléctrica de España. Ahora bien, una empresa con participación pública que cotiza en el Ibex, gestiona la demanda de energía eléctrica, es propietaria de la red en todo el territorio y preside un exministro extraordinariamente capaz debe de ser un chiringuito estimable. En España, la locución «ha dimitido por razones personales» se aplica incluso a los cargos públicos que fallecen y no puede extrañar que el Gobierno la haya utilizado para explicar el mutis de Sevilla. El problema es que Sevilla ha desmentido esa monserga y aclarado que se marcha por desavenencias con la vicepresidenta Ribera, de quien hasta ahora sólo se sabía que considera intachable un impuesto aéreo para combatir la contaminación porque volar es cosa de ricos (cabe sospechar que la vicepresidenta no vuela en líneas «low cost»). Además, la incompatibilidad genética de Sevilla con Podemos era una extravagancia en la fauna del ecosistema gubernamental de Sánchez. Visto para sentencia.

Viernes

BYE, BYE

Supongo que la noticia obligada es el «Brexit», que culminará esta medianoche cuando el Reino Unido abandone formalmente la Unión Europea. «Reino Unido» es la denominación correcta y por lo tanto la menos usada en beneficio de «Gran Bretaña» (que excluye a Irlanda del Norte) y, sobre todo, de «Inglaterra» (que excluye a todos excepto a los ingleses). Por una vez, la simplificación resulta adecuada dado que el entusiasmo de escoceses, galeses y norirlandeses por el Brexit es dolorosamente descriptible. Hace más de un siglo, un primer ministro con barba aristocrática sentenció que Inglaterra no tenía amigos permanentes sino intereses permanentes y el axioma ha sobrevivido a dos guerras mundiales y la pérdida del imperio. No hay amor sin pasión y el idilio entre insulares y continentales siempre ha sido cualquier cosa excepto pasional. Quizás inevitablemente, ha irrumpido el divorcio con sus extenuantes operaciones de liquidación y la incógnita es a qué cónyuge perjudicará más la ruptura. Como ni siquiera los negociadores alcanzan a ver la salida del laberinto de cláusulas transitorias, salvaguardas irlandesas o aranceles, nuestra frívola y momentánea inquietud sólo puede ser una: ¿Qué va a ocurrir con los jugadores extranjeros de la Premier League?