El coronel no tiene quien le escriba
TEATRO PRINCIPAL DE ALICANTE
De García Márquez. Reparto: Imanol
Arias y otros. Director: Carlos Saura.
Esta célebre novela corta del colombiano García Márquez es de 1961 y fue llevada al cine en 1999 con nacionalidad mexicana, inspirándose en el hecho real de su abuelo materno, que combatió en la guerra civil de Colombia (1899-1902). Dos tipos esperan a Godot en la tragicomedia existencial de Beckett. Aquí el protagonista espera una carta, desde hace quince años, que nunca llega. Le prometieron una pensión y aguarda enganchado a su sueño. La felicidad no brota y la precariedad se impone. Según manifiesta la empleada de correos, no la recibe porque, como asegura el título de la obra, El coronel no tiene quien le escriba. Este es el papel de Imanol Arias, un banderín de enganche que llenó el coliseo alicantino, donde se pudo ver un trabajo muy correcto aunque sin todo el esplendor del entrañable personaje creado por el ganador del Premio Nobel de Literatura 1982. Al actor no le invade plenamente esta tarea interpretativa, pese a estar creíble en su labor, y los factores dramáticos y emocionales de Cristina de Inza (la esposa) alientan más los pasajes adaptados por Natalio Grueso y dirigidos por el cineasta Carlos Saura, al que dirigir el texto le ha resultado un «desafío apasionante». Ahora bien, realismo, irrealismo y trazos de lenguaje poético se funden en una puesta en escena que no consigue la dimensión ni la brillantez que las páginas de García Márquez permiten. El diseño de escenografía del propio Saura se alimenta con dibujos proyectados, de corte infantil, y no contribuyen a potenciar el montaje en un simple espacio polivalente con diversas estancias y ligeros y rutinarios cambios de luces. Fran Calvo, Jorge Basanta y Marta Molina, estos dos últimos realizando varios papeles breves, funcionan y cumplen. Y he ahí el desasosiego en esta «historia de amor y esperanza en un mundo miserable», con este matrimonio que malvive en la costa atlántica colombiana. Un gallo de pelea (en vídeo) sostiene la posibilidad de que sobrevivan si pueden nutrirlo en el codicioso ambiente del pueblo. La tragedia del viejo coronel, con su caricaturesco traje, refleja las injusticias de ayer y hoy, y la pareja resiste con dignidad y rebeldía. Seguimos esperando.
