Algunos lemas son mucho más que frases hechas y lugares comunes. Son verdaderas declaraciones de intenciones, sentencias filosóficas que recogen una visión del mundo, una consigna, un salvoconducto hacia la eternidad. Del «Yes, we can» al «hasta la victoria siempre», la primera vuelta de la LEB Oro que concluye hoy ha dado para muchos lemas con los que podríamos calificar la actuación del HLA Alicante y de sus jugadores. Igual que ustedes, yo también tengo mis favoritos. Uno de ellos es el que corona la Escuela de Submarinos del Arsenal de Cartagena: ad utrumque paratus, que puede traducirse como «preparados para lo que sea» o «siempre preparados». Así es como afronta cada partido el conjunto lucentino: listos para una remontada o para jugar sin sus bases titulares si hace falta; para pelear en el fortín de casa o a mil kilómetros del Pedro Ferrándiz. Del mundo submarino a las estrellas, este equipo y la filosofía riverista que se aplica bien podría representarse con una de esas frases tan repetidas en la NASA: el fracaso no es una opción. Tirar la toalla o bajar los brazos no caben en este equipo inasequible al desaliento.

También podría hacer suyo el leitmotiv del prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (el MIT de toda la vida): Mens et manus (mente y manos). A base de táctica y de acierto conseguimos colocar a Justin Pitts entre los mayores anotadores de la competición, a Fall entre los mejores reboteadores y máximo taponador, a Llompart como líder de asistencias... y a una afición que demuestra en cada partido que tienen alma de Champions League cantando en Anfield «You'll never walk alone». Lucentum de mi alma, nunca caminarás solo.

Esta noche, en el partido contra Marín, confiemos en que el HLA asuma esa consigna del Boca Juniors de «la mitad más uno» y rompa ese empate de ocho victorias y ocho derrotas con saldo a favor de cara a enfocar la segunda vuelta. Estoy segura de que lucharán como la Guardia Suiza, Acriter et fideliter, «con coraje y fidelidad» Otros se tornarán en esa Guardia de la Noche capaz de convertirse en la espada en la oscuridad, vigilantes del muro lucentino, haciendo honor al nombre del equipo siendo el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer; el escudo que defiende los reinos de los hombres. No será fácil. Marín es la actual sede de la Escuela Naval Militar y hará valer el lema de la Armada Española: «honor, valor, disciplina, lealtad», que tanto resuena al de nuestra ciudad, «Muy ilustre fiel y siempre heroica Alicante».

Pero por encima de todos ellos, una frase permanece grabada a fuego en el corazón de todos los lucentinos, desde hace quince años. La han visto ustedes mil veces detrás de la canasta, adornando las almenas del castillo de la Kali Nord. Es mucho más que un lema. Es el puro espíritu de superación de este equipo que nunca creyó en la derrota y que vuelve a escribir otra página más de proezas y sueños. Porque quien nunca se rinde, al final triunfa.