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Mariola Sabuco

Ay, la sanidad

Ahora que el país ya tiene Gobierno de coalición, quizá el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pueda respirar tranquilo y disponer de algo de tiempo para realizar un análisis de la gestión del Consell en algunas parcelas para mejorar todo lo que pueda ser mejorado. A ser posible, y más pronto que tarde, sería de agradecer que pusiera el microscopio en la Conselleria de Sanidad, un área muy importante y sensible para un político, que además gestiona el propio PSOE. La salud es, junto con el dinero, lo que más preocupa a los mortales. Y es una verdadera pena lo que está pasando, al menos en la provincia de Alicante. No debe preocuparse el presidente por que la consellera Ana Barceló tenga favoritismo por esta provincia por aquello de ser de la tierra; nada más lejos de la realidad. Aquí se presentan quejas como no se escuchan en las provincias de Valencia y Castellón. En el norte de la provincia de Alicante incluso dimite el personal sanitario y directivo (en una Comunidad en la que no dimite nadie), al no poder atajar la saturación que impide prestar un adecuado servicio a los pacientes. Es un hecho. No se sustituye a los facultativos de vacaciones y se dan citas en Atención Primaria a trece días vista. No se pone en funcionamiento durante meses, por falta de personal, una resonancia para detectar con precisión tumores. Las listas de espera son aquí de muerte. Se rompe un aparato de radiografías hace casi dos meses y no les da vergüenza llamar a un paciente que lleva un año en espera para decirle que no saben cuándo podrán hacerle la prueba. El mismo día que este periódico publica el despropósito, ayer, se atreven a burlarse del enfermo y le llaman para asegurarle que ahora le ponen el primero de la lista para cuando reparen la máquina. No hay fecha. Aquí, como las Urgencias están colapsadas, se aceleran, que no agilizan, las altas en los hospitales para que no haya camas en los pasillos que tanto disgusta a la conselleria ver en la portada del diario. Seguro presidente que usted, si se pone, descubre mucho más. Algo habrá que hacer, porque la sanidad en la provincia de Alicante es una olla a presión. Vivimos lejos del Palau, pero no nos merecemos esto.

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