No hay fechas más mágicas para los niños que las del 5 y 6 de enero, que son las de las Vísperas y fiesta de los Reyes Magos. Es el mejor colofón para el final de los días navideños, observando a los niños disfrutar con sus regalos y juguetes, que previamente han pedido por carta, como manda la tradición. Una mirada hacia atrás nos lleva a comprobar lo que pedían en su carta los niños y niñas en sus misivas, con sus erratas incluidas. Precisamente en aquellos años comenzaron a desfilar Torrevieja las cabalgatas de Reyes Magos, con diferentes recorridos. Por aquellos años, un «rey mago» sentado en su trono recogía las cartas de los niños y niñas mientras que el fotógrafo y barbero Girona, «el Guach», en la puerta de su establecimiento, inmortalizaba aquel regio momento. Entresacamos algunos párrafos:

Pero ¿qué pedían a los Reyes nuestros tatarabuelos y abuelos cuando eran niños?, a través de las cartas que dejaban en los buzones de las figuras de cartón piedra. Leyendo algunas de aquellas misivas podemos recordar que las respetuosas imágenes de Reyes Magos instaladas en lo que fue el «Bazar Sala»; en la ferretería de Pepe Berná y en la tienda de Manolo Guardiola, ambas en la calle Fotógrafos Darblade, en la calle Concepción; en la tienda de Manolo Sala, en la calle Ramón Gallud; portando el «Buzón Real» donde los niños depositábamos aquellas cartas llenas de ilusiones y anécdotas:

«Queridos Reyes Magos. Como son mu buenos y quieren mucho a los niños haran el favor de ponernos en casa de mi abuelita Pilar y de mi abuela Emilia dos cabás y dos costureros para la Conchi y para mí y dos cunas ó dos muñecas y otra que suene para la Carmencita, pero que esta sea inrompinble porque es muy mala y las rompe».

«Mi mas estimados relles Menchor, Gaspar y Baltasar: aran ustedes el favor de mandarme una bicicleta; no quiero na mas que una bicicleta, ya no quiero más gugetes, los gugetes no me dan de comer y quiero un rollete, una onza de chocolate, pero la bicicleta que no falte».

«Queridos Reyes Magos quiero que agan el favor de dejarme un trenbia y un paquete de caramelos».

«Queridos Reyes desearía que me pusieran un tren con cuerda. Unos zapatos y unos lapiceros de color buenos y si me pusieran algo más me pondría tan contento. Para mi hermano algo bonito, y a mi hermana unos zapatos, y un lazo bonito, y si quieren dejar juguetes».

«Mis queridos Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar. No quiero que este año paseis sin hecharme nada, y aunque soy muy malo les prometo ser bueno y estudiar mucho. Quiero que me traigan 20 soldados andando, uno con corneta y los sables en la mano puestos para arriba, otros 20 montados a caballo, uno con corneta y los demás con los sables para arriba, y que se puedan bajar del caballo. Si no tienen de esto me traen un castillo».

«Señores Relles Melchor, Gaspar y Baltasar: Les encargo le traigan a la Teresita una muñeca, un lazo y una Perla del Hogar. También mi hermano Paquito desea que le traigan un auto lleno de caramelos y un caballo de cartón. Mi hermano Enriquito desea que le traigan un balón. También desearía me traigan ustedes a mí una caja de pintura y caramelos».

«Queridos Reyes deseo mecheis un Rompecabezas, un portalibros, una serie de cuentos y unos caramelitos». «La niña Inma desea le traigan un libro de Gazapito y Gazapete y una serie de cuentos. Y mi hermana Ascensión un Rompecabezas y un paquete de bombones». «Queridos Reyes: Deseo me traigan un libro de Pezuñita y Roenueces y una serie de cuentos pequeños y lo que más les guste».

Hacia 1966, leemos: «Queridos Reyes Magos pedimos una lotería de 80 céntimos y un diábolo de goma, dos pesetas y otro diábolo de goma y dos pesetas. Para mi hermano un fuerte de Rintintin», con indios.

«En el buzón de Bazar Sala /echan las cartas los nenes, /porque es en Torrevieja, su tienda, /la sucursal de los reyes. /Ya llegan los reyes Magos /ya llegan con sus camellos /a repartir los juguetes /a los niños que son buenos, /Este año se han encontrado /con mucha correspondencia /aunque hay algunas misivas /que no se entiende la letra. /Gaspar, Melchor y Baltasar, /que no falten ningún año /habrán dejado a los nenes/ bien repletos sus zapatos. /Yo anoche los ví pasar /por la calle para arriba /iban los tres repartiendo /hasta que se hizo de día. /Yo mis zapatos también /puse en mi balcón /y me pusieron los reyes /una novia? de cartón».

Portaos bien y no olvidaos esta noche de poner los zapatos en el balcón o debajo de la chimenea, con agua para los sedientos Reyes y paja para sus camellos. Os lo agradecerán con bolitas de anises, cigarrillos de chocolate y carbón dulce.

¡Feliz Noche de Reyes!