Día internacional contra la violencia sexual, Universidad de Santiago de Compostela, charla en el Salón de Grados, ponente José Enrique Abuín Gey más conocido por su tristemente famoso sobrenombre de «El Chicle». ¿Alguien se puede imaginar un escenario académico más inconcebible a la par que monstruoso? Quizá.

Día Mundial de los Derechos Humanos, Universidad del País Vasco, Sede de Vitoria, ponente José Ramón López de Abetxuko, terrorista y asesino de ETA no arrepentido, desgraciadamente este escenario académico ha sido real.

No se me ocurre una imagen más degradante e indigna de la institución universitaria, supuesta sede del conocimiento, de la enseñanza y del impulso de los valores éticos. Te señalo Universidad, porque mientras a algunos se nos pelaban los codos para conseguir nuestros logros académicos, allanabas el camino para diplomar y licenciar a asesinos condenados, ahora además ofrecen clases magistrales, presentados como fascinantes hombres de paz y de palabra. Si lo que se transmite a nuestra juventud es que empuñando un arma y matando al que no piensa igual se obtiene reconocimiento e incluso algún cargo público (dícese Otegi y compañía)? mal vamos.

Parece que la idea a inculcar es ETA dejó de matar? y a otra cosa mariposa. Como si de pasar página en una aburrida novela se tratara, o de enjalbegar la fachada teñida de rojo con la sangre de casi mil muertos y más de siete mil heridos en medio siglo de terror y asesinatos. Nuestro Estado de Derecho no debe permitirlo, no se trata de olvidar y empezar de cero, menos aún con casi 400 atentados sin esclarecer.

ETA ya no mata, entonces ¿por qué no se abarrotaron las calles de Vitoria en protesta por la mascarada? Antaño hubiera sido por miedo pero hoy?

Volviendo al tema de la dichosa ponencia en la Universidad de Vitoria, me quedo perplejo escuchando las diatribas de Abetxuko, ese mal bicho. Resulta que en la soledad del «chabolo» (celda en la que se pasa el tiempo de condena por los crímenes cometidos) los presos etarras enfermos sufren miedo, ¡manda huevos! No tengo ninguna duda que en las cárceles españolas los internos están debidamente amparados por nuestro Estado de Derecho, ése que tú y los de tu calaña tantas veces habéis pisoteado. De paso voy a contar lo que es sufrir miedo.

Miedo es salir de tu casa para ir a trabajar y ver una persona apostada en la esquina con las manos en los bolsillos en actitud vigilante, pero tienes que pasar a su lado.

Miedo es apretar los dientes cada vez que le das al arranque de tu coche, a pesar de haberte agachado a mirar los bajos.

Miedo es llevar a tus hijos al colegio por el mismo camino de siempre.

Miedo es dejar de acudir a la Universidad porque han detenido un comando que tiene tu matrícula y tus horarios lectivos.

Miedo es salir de patrulla cada día y despedirte de los tuyos porque no sabes si volverás.

Miedo es tener tu vida (y la de tu familia) en el centro de una diana cuyo punto de mira maneja ETA.

Eso es miedo.