LunesAPRENDIZ DE BRUJO
La odisea clandestina y aparentemente interminable de Sánchez para superar la investidura (regateo de cargos con Iglesias y peregrinaciones seductoras al claustro enrejado de Junqueras, todo ello salpimentado con las ocurrencias de Iceta) me recuerdan una historieta de Astérix titulada La Cizaña en la que Perfectus Detritus, el taimado agente enviado por César, trama un plan tan complejo para quebrar la cohesión de los aldeanos rebeldes que el centurión al mando de las tropas de apoyo comenta tras el fracaso que en el fondo no hay nada como una batalla campal aunque se pierda. Prescindiendo de la sal gruesa sobre humillaciones, chantajes y otras servidumbres que el Gobierno se esfuerza en ocultar y Rufián en exhibir, lo cierto es que se está negociando con un grupo de sediciosos incurables. Esto puede ser diagnosticado como euforia irracional, omnipotencia narcisista o, más probablemente, pasión enfermiza por el poder. Desde luego, no es un ejercicio de responsabilidad, diga lo que diga la nómina de firmantes de manifiestos, editorialistas y tertulianos que están a cinco minutos de exigir el indulto por «sentido de Estado».
martesLA LOTERÍA DANESA
Hacia el siglo X, el rey inglés Ethelred «el Desprevenido» introdujo el «danegeld», un impuesto destinado a pagar tributo a los invasores daneses para que se mantuvieran tranquilos. Naturalmente, el «danegeld» sobrevivió a los daneses y siguió aplicándose después de que fueran asimilados. Este prehistórico antecedente me ha venido hoy a la cabeza cuando sellaba la bonoloto en la administración del barrio. El aura sentimental del sorteo navideño que transmite la publicidad televisiva guarda poca relación con la realidad. Allí no estaban el hombre que sigue regalando un décimo a su nuera a pesar de haberse separado ni la hija que sucede al padre y compra el número del día en que fundó la empresa. Aquello recordaba más bien una misa negra en la que se invocan los espíritus de Chamba y Potra, las equivalentes paganas de los niños de San Ildefonso. El Estado usufructúa sagazmente este fanatismo aleatorio e imitó en 2.013 a Ethelred, gravando los premios con un 20% para cumplir nuestros compromisos con la UE y evitar la intervención. Pasada la alarma, el gravamen persiste con refinamiento: este año, los premios de hasta 20.000 euros están exentos. Hemos inventado la pedrea mínima de subsistencia.
miércolesCAMBALACHE...
«La España que reúne» es el optimista nombre de una plataforma que ayer se presentó en Madrid con la pretensión de galvanizar a los constitucionalistas. Expresado groseramente, al toque de corneta acudieron la venerable y canosa ala derecha del PSOE, la prematuramente jubilada ala izquierda de Ciudadanos y algunos espontáneos sin siglas en su currículo que prefieren cualquier tipo de colaboración con el PP antes que un gobierno de coalición con Podemos y observan las negociaciones con Esquerra como quien sufre una pesadilla de la que algún día despertará empapado en sudor. La probabilidad de que la dirección del PSOE les dedique al menos una cortés negativa es la misma que tiene mi Atlético de Madrid de marcar dos goles en un partido, una imagen que utilizo frecuentemente para resaltar que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible. La densidad del disparate en que nos hemos instalado es tan rotunda que existen tres opciones (pactar con Esquerra, nuevas elecciones o acuerdo con el PP) y sólo una parece remota. Exacto, la España que no se reúne.
juevesEL CHOLLO
Es milagroso que los comercios logren sobrevivir a un calendario atestado de etiquetas con el precio tachado o la fórmula «2x1». Como súbditos del imperio, nosotros afrontamos ahora el «Black Friday», que se inicia al día siguiente del jueves de Acción de Gracias, y puedo asegurarles que es un acontecimiento irresistible ya que he entrado en el centro comercial dispuesto a comprar un edredón y he salido con una lavadora. No queda claro el origen de la expresión «Black Friday». Lo más probable es que fuera un mote ideado por la policía que alude a los atascos de tráfico provocados por la marabunta de compradores. Esto tendría sentido, pero desconfío de una explicación tan poco lucrativa y por ello he investigado concienzudamente hasta topar con otra más ajustada a la lógica del mercadeo. Aunque «black» o «negro» se asocia a una calamidad, parece que en este contexto señala el cambio del color rojo de las cuentas de los comerciantes al negro del superávit. Esto significa que el «Black Friday» es una ganga recíproca, como acredita una lavadora que por otra parte no necesitaba ni sé dónde colocar.
viernesLA RESPETABLE AUDIENCIA
En nombre de la libertad se cometen muchos crímenes y uno de ellos es la mala televisión. Porque, aunque existan abrumadores indicios de lo contrario, hay buena y mala televisión. No es cierto que la primera sea forzosamente minoritaria, sino que The Crown exige más talento y esfuerzo que Gran Hermano, un chabacano ejercicio de cámara oculta que muestra la rutina diaria de una docena de personas carentes de interés salvo para varios millones de espectadores adictos al voyeurismo morboso. Quiere decirse que es tan rentable como el reguetón o la bollería industrial, incluso cuando la «rutina diaria» se ve alterada por una agresión sexual. En nombre del sacrosanto beneficio, la cadena intenta ocultar el delito, la competencia desvela encantada la treta, los patrocinadores reculan ante un previsible boicot e «ilustres» concursantes de ediciones anteriores reniegan del programa ¡en otro plató de la misma cadena! En cuanto a la víctima, adquiere involuntariamente estatus de celebridad en la modalidad de carnaza para una legión insondable de paletos (1,45 euros coste de llamada o sms).
