La sentencia de los ERE hace sin duda un serio y minucioso análisis de lo ocurrido, aunque, en el marco legal vigente, sea muy discutible el escalamiento a la cúpula política de Andalucía de la responsabilidad penal por la nube baja de chanchullos producidos al amparo de la retirada de controles en las ayudas públicas. Lo que se divisa al fondo de la sentencia es un fallo multiorgánico en el sistema de controles sobre los controladores, pues ni hubo (que sepa) denuncias en el Parlamento andaluz, llevadas hasta el final, de los atajos para sortear los controles y filtros sobre el gasto, ni tampoco (que sepa) impugnaciones ante los Tribunales de actuaciones concretas, ni (que sepa) una censura severa y efectiva por el Tribunal de Cuentas. Probablemente ese fallo multiorgánico ha hecho que el Tribunal penal haya sobreactuado ahora con los gobernantes, fragilizando la sentencia.
