La confirmación oficial de que las vías del tren nunca se retirarán del frente litoral, llegó el viernes con la publicación en el BOE de la aprobación definitiva del «Estudio Informativo del ramal de conexión entre la línea actual Alicante-Murcia y la variante de acceso al aeropuerto de Alicante», lo que supone en la práctica desechar la opción de ejecutar el proyecto de la variante de Torrellano en su totalidad tal y como fue concebido en 2007.

Desde su puesta en funcionamiento, el trazado de la línea Alicante- Murcia ha constituido una barrera para la integración de San Gabriel con la ciudad y la imposibilidad de disfrutar del frente marítimo.

La Asociación de Vecinos San Gabriel presentó tres alegaciones a dicho estudio informativo al entender que su ejecución comprometía la retirada de las vías férreas y en consecuencia hacía inviable el tramo del Corredor del Litoral previsto para esta zona de Alicante.

Sin embargo, nos encontramos con un proyecto aprobado y del que el Ministerio de Fomento ni siquiera ha contestado a las alegaciones presentadas.

Resulta que el proyecto y DIA de la variante de Torrellano están aprobados, existen convenios firmados para la remodelación de la red arterial ferroviaria de Alicante y declaraciones institucionales en el sentido de eliminar las vías de la zona sur, y aun así, en vez de poner los medios para que dicha actuación se incluya en los Presupuestos Generales del Estado, Fomento opta por construir un atajo, un atajo que llevará los trenes desde al aeropuerto, al apeadero de San Gabriel, allí invertirán el sentido de la marcha y se encaminarán a la estación de Renfe para terminar su recorrido. Exactamente igual que lo hacían los trenes hace un siglo. No solamente se transportarán viajeros, Fomento lo tiene claro, pues en la documentación del proyecto cita textualmente:

«Con ello, se persiguen dos finalidades, por un lado facilitar a corto plazo la conexión ferroviaria con el aeropuerto, y por otro, mantener la vía actual para posible circulación de mercancías».

¡Jugada maestra!, con una obra de 7 millones de euros, conecto puerto y aeropuerto. De los 300 millones presupuestados para la variante de Torrellano, me ahorro el 97%, que para ello debe de mantenerse el trazado ferroviario paralelo a la costa, ¡da igual! si total, nadie se va a quejar en Alicante.

El aeropuerto lleva en funcionamiento 52 años. Hace 20 años que superó los 6 millones de viajeros, cifra a partir de la cual la UE aconseja conectarlo por tren.

Estamos hablando de más de medio siglo, ¿somos conscientes de la falta de previsión de nuestras administraciones? Si la falta de planificación es grave, más grave es que en todo ese tiempo la sociedad alicantina no lo reclamara con firmeza. Y ahora, dejándose llevar por la precipitación y las prisas, Fomento tiene la brillante idea de construir un atajo que hipotecará irremediablemente la regeneración de la fachada marítima impidiendo al ciudadano su uso y disfrute.

¿Con tan poco nos conformamos? Parece ser que sí, porque hasta hoy, nadie se ha pronunciado al respecto, ninguna formación política, ninguna Administración ha mostrado disconformidad con la aprobación del estudio. Este retroceso inaceptable parece que solo preocupa a honrosas excepciones y a los vecinos.

Preocupa a un barrio que lleva sufriendo el aislamiento impuesto por las vías del tren casi un siglo, un barrio dividido en dos, un barrio arrinconado en la ciudad.

Por eso creemos en el proyecto del Corredor Litoral, como oportunidad para que por fin desaparezca la barrera que constituye la línea férrea, para que el barrio pueda reencontrarse con el mar, y sanar sus heridas.

No vamos a renunciar a ello, motivo por el que desde aquí exigimos que, en aplicación de las medidas preventivas y correctoras recogidas en el informe de impacto ambiental del proyecto, «de forma previa al inicio de la ejecución del proyecto, el promotor deberá acordar con el Ayuntamiento de Alicante una solución constructiva que garantice la viabilidad y funcionalidad del proyecto del “Corredor del Litoral”».

A lo que habría que añadir que esa solución constructiva «se ejecute a la mayor brevedad posible», pues lamentablemente tenemos como seña de identidad en esta ciudad, que todo lo provisional se convierte en definitivo.

Los vecinos sentimos la responsabilidad de poner en valor nuestro frente litoral, sabemos que estamos solos y, sin embargo, nos gustaría que se entendiera que esta cuestión no se reduce a un asunto de barrio, es algo que atañe a toda la ciudad.