Recientemente, la Agencia Tributaria ha publicado los datos de los ingresos, en concepto de IRPF, de las declaraciones de Renta del ejercicio 2017, presentadas en 2018. Y ha hecho un listado en base a los distritos postales de las ciudades que superan los 200.000 habitantes, excepción hecha del País Vasco y Navarra.

En Elx, lamentablemente, hay que decir que ocupamos un puesto vergonzoso en esa clasificación. El diario INFORMACIÓN detallaba este ranking el pasado 15-10-19. El distrito postal que tiene los más bajos ingresos medios, de toda España, es uno ilicitano: el que tiene el número 03206 y que corresponde a Carrús-Plaza de Barcelona. Y, por si faltara algo, el tercero con peores ingresos también está en Elx, el distrito postal 03205 Altamira-El Toscar. Entre los tres con peores ingresos aquí tenemos dos. Nuestro municipio no suele encabezar muchas cosas y mira por dónde lideramos esta.

Se dirá que estos datos no son muy válidos y puede ser. La economía sumergida en Elx es muy importante. Pero, en todo caso, son datos oficiales y hay que tomarlos en su justa medida. Aunque achacar los datos sólo al tema de la economía sumergida puede ser engañoso. También en otras ciudades existe y, tal vez, en mayor medida. Y, aunque persista, también es verdad que no alcanza el volumen que, históricamente, ha tenido. Pensar que los datos de la AEAT no son válidos, sólo por esta circunstancia, puede servir para tranquilizar conciencias y blanquear la realidad, aunque de nada servirá para mejorar las condiciones de vida de las decenas de miles de declarantes trabajadores, pensionistas, autónomos, pequeños empresarios, etc. que no defraudan a nadie y han declarado esos ingresos como reales.

Y es cierto que la AEAT al analizar los datos en base a distritos postales abarca ámbitos con muy distintos niveles de renta, que pueden distorsionar por completo las medias de cada zona. Aunque igual pasa en toda España. Y es evidente que la sensación, en muchas ocasiones, puede resultar engañosa. Las diferencias sociales, a veces, cuestan de evidenciar en la calle. Todas las organizaciones que luchan contra la pobreza y el peligro de la exclusión social denuncian una creciente invisibilidad de los colectivos afectados y eso puede llevarnos a engaño.

Y, recordemos, estamos hablando de aquellos que han presentado declaraciones por el IRPF. Si los datos así presentados nos llaman la atención, por los escasos ingresos que representan, no olvidemos que varios miles de ilicitanos no presentan declaración por no llegar a las cifras que la hacen obligatoria. Los ingresos de estas personas, normalmente, aún están en peor situación. Y esto también hay que tenerlo en cuenta.

El año pasado se presentaron, en Elx, 91.879 declaraciones del IRPF. En ellas las rentas del trabajo supusieron nada menos que 1.534.041.667 de euros, mientras que las procedentes de rentas del capital mobiliario poco más de 60 millones, entre otras partidas. Todo ello supone que, en las declaraciones en Elx, la Renta Bruta Media (RBM) ascienda a 20.905 euros y la Renta Disponible Media queda en 17.597 euros. La media española está en 26.618 en el primer caso y en 21.834 en el segundo. Estamos un 20% por debajo de la media nacional. En el posicionamiento estatal entre poblaciones de más de 1.000 habitantes, entre las casi 3.000 existentes, Elx ocupa por nivel de RBM el puesto 1.336, que no parece muy alto. Alicante capital, por ejemplo, está en el 425.

Aunque hay otro dato muy preocupante: Casi el 75% de las declaraciones presentadas en Elx (67.821), lo hacen con una Renta Bruta, por tramos de Base Imponible, que no superan los 21.035 euros. Sólo 11.850 declaraciones son de más de 30.050 euros y, de ellas, 1.967 de más de 60.101. Muy poco parece. También chocan estos datos con la realidad más evidente.

En todo caso, toda esta información oficial que nos da la AEAT debe servir a todos los poderes establecidos para tenerla muy en cuenta. Únase a ello una bolsa de parados inscritos que supera las 23.000 personas el mes pasado, los miles de pensionistas ilicitanos con pensiones de miseria y los cada vez más trabajadores pobres y con trabajo, para comprobar la urgencia de priorizar la atención a los colectivos más necesitados y evitar desencantos o cantos de sirena electorales que aún empeoren su situación. Reforzar las políticas sociales desde el Ayuntamiento, la Generalitat y el Estado para resolver estas cuestiones es imprescindible, especialmente en la mejora del empleo y eliminación de desigualdades, antes que en otras menos perentorias.