Concertar viene del latín concertare y es una palabra compuesta por el prefijo con (todo, junto) y el verbo certare (debatir, tratar de llegar a una conclusión). Me ha parecido oportuno fijar el origen etimológico de esta palabra para que todos podamos entender por qué se usa cuando se habla de la enseñanza concertada. Este modelo educativo, que discurre en paralelo a la enseñanza pública, es fruto de un acuerdo histórico en nuestro país, de una decisión de todos y que persigue un único fin: lograr que nuestros hijos puedan acceder a la mejor enseñanza disponible, ya sea esta de origen público o privado, y que sean los padres los que, en libertad, tomen la decisión de qué tipo de educación quieren para ellos.

Corren malos tiempos, por lo que se ve, para pactar o tratar de llegar a un acuerdo y lo que parece que viene, a raíz de las declaraciones de la ministra en funciones de Educación, Isabel Celaá es el intervencionismo estatal en educación, anulando el derecho fundamental básico de elección de centro y enseñanza de las familias propio de cualquier Estado social y democrático de Derecho.

La izquierda parece estar firmemente decidida a establecer que sea el Estado quién decide la enseñanza que reciben nuestros hijos, obviando cualquier consideración sobre la calidad de la enseñanza y primando un intervencionismo en la Educación que ya hemos visto de lo que es capaz por ejemplo en Cataluña cuando se anteponen intereses ideológicos a cualquier otra consideración educativa.

Plantear que el Estado tenga la potestad de decidir la educación que conviene a los menores, no sus legales representantes ni los titulares de la patria potestad, suprimiendo la complementariedad existente en la actualidad en el sistema mixto educativo español entre centros públicos y privados concertados es caminar en la dirección de un intervencionismo inaceptable para los que defendemos firmemente la libertad y el respeto a los derechos individuales, acercándonos peligrosamente a modelos propios de países totalitarios.

Mucho me temo que el PSOE, tras el pacto con Podemos, va a acentuar su deriva izquierdista y se va a entregar al populismo. Con esta rendición de Pedro Sánchez ante Pablo Iglesias, los antisistemas y el independentismo, está en serio riesgo la libertad y los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española, especialmente los educativos porque de ellos depende el futuro de la sociedad.