Trataré de ser políticamente correcto, que «pa eso mi paere», Manolo, se gastó una pasta en colegios de curas y frailes y en la Universidad. De todas formas, lo diga como lo diga, ¡ha sido un tostón de verano, aburrido y soso! Casi como un entierro de tercera, pese a sus «caballitos blancos y sus caballitos negros, su cajita de pino y su muertecito dentro?», que escribió el periodista «andalus» Mariano Povedano. Ni siquiera un sobresalto político para animar una canícula en la que los protagonistas fueron los aires acondicionados y los ventiladores, al margen de la lluvia de setiembre. En la Vega o nos morimos de sed o nos ahogamos. ¡Qué me he aburrío mucho!.

Este verano, que ha tardado en dejarnos, porque en esta «bendita comarca» sólo hay dos «estasiones» -invierno y verano, aunque éste último cada vez dura más, puesto que el otoño y la primavera se nos antojan como algo lejano-, nos hemos achicharrao y eso que hemos salido poco a la calle, como nuestros políticos, que estuvieron, por lo menos en Orihuela, más pendientes de pactar, para «asegurarse un sueldesico», que de dedicarse a sus obligaciones y menesteres, que no son otras/otros que los de «satisfacer las nesesidades de quienes les votaron» y que, en muchos casos, están más arrepentíos que San Pedro, después de negar tres veces a Jesús.

De todas formas, luego no tuvieron más remedio que ponerse las pilas, con el agua. Ellos, nuestra clase política -da lo mismo que sea local, provincial, autonómica o nacional-, parece que se lo pasan todo por el arco del triunfo y ¡a otra cosa mariposa. Fijaos si la gente tiene mala leche/baba que -haciendo bueno lo de que «cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo»- se ha «inventao» tal bulo/run-run/rumor que como el general Máximo se cabree va a poner firmes a más de uno. Mirad, en la oriolana Plasa de San Sebastián -que es como el Parlamento, pero doméstico, como las fregonas,- hay quien dice que Cómodo luchó a «braso partío» con Damáso para repetir como alcalde porque cuando acabe la legislatura podrá jubilarse. ¡Cómo se puede tener la mente tan calenturienta!. ¡Se presentó a la reelección porque quería servir a su pueblo y terminar los proyectos que empezó en el mandato anterior!.

Para no caer en la depresión en un verano tan aburrío «me afilié a la cofradía de la tapa y la caña», porque los males con birra son menos, o lo parecen. En la cofradía somos pocos, pero nos venimos arriba con facilidad, como los militantes del PP.

Joseíco, Contreras, Guti, Pedro, Javi y un «servilleta» -o sea, yo mismo- nos hemos chafao unas cuantas birritas y arroses, lo mismo que con el resto de los Fester'16, liderados por la Armengola Gloria y los Embajás Juande y Rubio, tanto en el Capi's como en Las Cañas o El Gambeo, donde el aburrirse está prohibido. Todavía me acuerdo -recordar es vivir dos veces, que diría mi amigo Tito San Emeterio- de la sesión de gintonis con los fester o de la de cañas con Pepeluí Bernabé. ¡Habremos de repetir, pero con los fríos del invierno, aunque creo que frío -según las cabañuelas- tendremos poco; vamos que no necesitaremos el plumífero. ¡Joder, Asun, se me ha constipao el perro, Chicco, y tiene una carraspera que ni la de un fumador compulsivo!. ¿Qué hago?. ¿Le doy caramelos mentolados?.

¡Chico, qué verano más soso, aburrio y desgrasiao!.

Por lo único que se «salvó», además de por las cañas y agua de «setiembre», fue por el hostiaso que se metió un coche del equipo Euskadi en el prólogo de La Vuelta, en Torrevieja, y por las excursiones marineras que me he pegao, pero sin pasarme, no fuese que el sol me jodiera la piel. Por cierto, no sabía que en el Ayuntamiento de Orihuela existía la figura del vicealcalde. ¡Chao, pescao!.