Se lamentan los descendientes de A gatángelo Soler de que la mayoría de los alicantinos que le recuerdan solo lo hacen porque fue un alcalde falangista, no por las muchas cosas buenas que hizo por la ciudad. Es posible que así sea, pero lo cierto es que ambas cosas son verdad: era de la vieja guardia falangista y, durante su alcaldía, la ciudad creció y comenzó a modernizarse, pero también a sufrir algún que otro desgarro urbanístico, con la construcción de edificios altos que rompían la armonía paisajística o invadían el litoral.
A finales de la década 1950 y durante la siguiente, Alicante experimentó una importante pujanza económica, favorecida en gran parte por la llegada masiva de turistas que venían a la ciudad atraídos por el sol, la playa y, en el caso de los extranjeros, por la devaluación de la peseta. También creció la inmigración. Miles de personas procedentes del interior de la provincia y del sur y centro del país llegaron a Alicante para afincarse, lo que provocó la creación improvisada de nuevos barrios, como Virgen del Remedio, sin que se prestase mucha atención a la ordenación urbana. En 1962 arribaron también cientos de argelinos, de ascendencia europea, a los que Agatángelo otorgó ayudas municipales.
Agatángelo Soler Llorca llegó a la alcaldía de Alicante el 19 de octubre de 1954, en sustitución de Francisco Alberola Such.
En enero de 1955, además de solucionar el problema que la ciudad venía arrastrando del servicio de recogida de basuras, se encontró con un superávit del presupuesto del año anterior que ascendía a 1.829.042,84 pesetas, de las que dedicó 30.000 a una campaña internacional de propaganda turística de la ciudad. Además, presentó los principales proyectos que pensaba acometer durante su mandato. Algunos de estos proyectos no llegaron a ejecutarse, como el «gran balneario con piscinas y diversiones» que pensaba construir en la playa del Postiguet. Pero la mayoría sí que se llevaron a cabo:
- El nuevo Matadero, en Babel, cuyo proyecto presentó en junio de 1955 con un presupuesto de 11.872.818'21 pesetas. Las obras se iniciaron en junio del año siguiente y finalizaron el 31 de enero de 1958.
- El nuevo parque de Bomberos, en la calle Italia, con un presupuesto de 1.228.537,31 pesetas aprobado en junio de 1955. Se iniciaron las obras en junio del año siguiente y fue inaugurado el 10 de enero de 1962.
- El mercado de Carolinas, cuyo proyecto fue aprobado en junio de 1955. Las obras se iniciaron en junio del año siguiente y fue inaugurado el 1 de octubre de 1958.
- Construcciones escolares, para las que dedicó 17 millones de pesetas en enero de 1955. Dos meses después se iniciaron expedientes para comprar terrenos con destino a la construcción de grupos escolares y viviendas para maestros en los barrios de San Gabriel, La Florida y Villafranqueza, y en las calles La Amistad y Fernando Díaz de Mendoza. En junio de 1955 se aprobaron los proyectos de grupos escolares en San Gabriel (10 secciones y 10 viviendas), con presupuesto de 1.244.565,95 pesetas, y en La Florida (15 secciones y 18 viviendas), con presupuesto de 1.899.373,95 pesetas. En septiembre de 1961 se aprobó un proyecto para la construcción de un grupo escolar en la partida rural de la Cañada del Fenollar, con un presupuesto de 640.785 pesetas.
Para obtener fondos suficientes con que hacer frente a los proyectos, Agatángelo aprobó al principio de su mandato que se recargasen «en la cuantía máxima autorizada por la ley» todas las contribuciones del Estado, territorial, urbana e industrial. Es decir, subió los impuestos. Hasta ordenó actualizar el padrón canino, con vistas impositivas, en 1961. Ello le ayudó a mantener las arcas municipales con superávits, a pesar de la subida constante de los presupuestos de gastos y las numerosas obras públicas que llevó a cabo. Así, en enero de 1956, el superávit era de más de tres millones de pesetas (más del 10% del presupuesto ordinario del año anterior); y, en febrero de 1958, presumía de que el Ayuntamiento de Alicante estaba considerado, con los 25 millones de pesetas que tenía en sus arcas, «como el que posee la Hacienda más saneada de España».
Los mendigos, el túnel y los ascensores en el Benacantil
Otro de los proyectos que presentó Agatángelo al principio de su mandato fue el de mejorar el monte Benacantil, castillo incluido. En julio de 1955 propuso la construcción de un asilo de mendigos, para desalojar a los que se refugiaban en el castillo de Santa Bárbara e iniciar las mejoras del mismo. En enero del año siguiente se compraron los terrenos destinados al refugio de mendigos y en noviembre se iniciaron los trabajos de «acondicionamiento del castillo de Santa Bárbara, y la ordenación de visitas por el público».
En septiembre de 1957 se inició expediente para la construcción de un túnel en el Benacantil que serviría para unir la avenida Alfonso X el Sabio con el Pla del Bon Repós y la carretera de Valencia. Como primer paso, se urbanizaría la zona conocida como Las Provincias, en el barrio de San Antón, expropiando un total de 543 fincas.
En noviembre de 1959 fueron comprados seis cañones antiguos, con sus correspondientes cureñas, que se instalaron en la fortaleza.
A mediados de enero de 1960 fueron expropiadas, por 92.000 pesetas, 16 casas en las calles Gallo y Concepción, que eran propiedad de Moisés García Rico; y a finales del mismo mes, por 135.000 pesetas, 9 fincas en las calles Valcárcel y Platos, que eran de José Santamaría Santamaría, y por 45.000 pesetas otras tres en las calles Huertas y Platos, de José Montiel.
En marzo de 1960 se aprobó un presupuesto de más de 8 millones para la instalación de dos ascensores en el Benacantil, aprovechando el hueco que había dejado la mina que explotó durante la Guerra de Sucesión.
Con un presupuesto de algo más de dos millones de pesetas, en enero de 1962 se aprobó el proyecto del arquitecto Miguel López González para el ensanchamiento y mejora de acceso al castillo de Santa Bárbara.
El túnel no llegó a construirse.
Viviendas, pavimentación de la Explanada y un camping
El 31 de enero de 1955 se constituyó el Patronato Provincial de la Vivienda «Francisco Franco», entre cuyos proyectos estaba la construcción de una barriada de viviendas de tipo social. En marzo del año siguiente fue aprobado el proyecto del arquitecto municipal Francisco Muñoz Llorens para la construcción de las mil viviendas, las cuales fueron terminadas a finales de enero de 1958, a falta del alcantarillado.
En junio de 1955 se autorizó a J uan Gerbert Jaegler que instalara un camping frente a la playa de la Albufereta, que ocupaba un terreno de 50.000 m². Una riada lo destruyó el 4 de septiembre de 1961.
A partir de 1960, Agatángelo permitió a Carlos Pradel construir varios edificios en la Albufereta ganando terreno al mar, con la justificación de que suponían un impulso turístico y la creación de puestos de trabajo.
En enero de 1962 era aprobada la construcción de 940 viviendas subvencionadas en la colonia Virgen del Remedio.
El 31 de mayo de 1957 fue presentado el proyecto de pavimentación de la Explanada, con mosaicos de mármol de colores crema, rojo y negro, formando un dibujo de onda marítima, de los arquitectos Miguel López González y Alfonso Fajardo Aguado. Las obras se iniciaron el 29 de julio siguiente, con un presupuesto para mármol de 2.268.687,40 pesetas.
Aeropuerto
Ante los obstáculos que ponía el Ministerio del Aire para convertir el aeródromo de Rabasa en un aeropuerto internacional (demolición de las torres de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles y la limitación de alturas de edificios circundantes, entre otras condiciones), Agatángelo propuso el 13 de febrero de 1963 que se construyera en terrenos de El Altet. El 2 de septiembre siguiente fue aprobado un presupuesto extraordinario para la compra de terrenos. Los algo más de 21 millones de pesetas debían obtenerse del presupuesto municipal de 1964 y de un préstamo del Banco de Crédito Local de España, que Agatángelo avaló personalmente.
Dimitió como alcalde el 30 de septiembre de 1963, siendo sustituido por Fernando Flores Arroyo. Según explicó posteriormente, dimitió por estar disconforme con una nueva ley que recortaba autonomía a los municipios.
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