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Cuando los idiotas gobiernan

El bajo nivel de liderazgo de los políticos actuales

Como anticipo de la publicación en España de su libro "Un hombre decente" el diario "El país" entrevista a su autor, John Le Carré, que con 88 años mantiene el vigor intelectual. Y entre otras cosas el escritor británico dice sentirse preocupado por el bajo nivel de liderazgo en las democracias que mejor conoce, como Estados Unidos y la Gran Bretaña, regidas por dos sujetos, Trump y Johnson, que no inspiran ninguna confianza. Hasta el punto que se pudiera sospechar (al menos eso insinúa Le Carré) que son agentes secretos al servicio de la Rusia de Putin. Especialmente en el caso de Trump que tiene enormes intereses en Rusia, donde trató de especular en su mercado inmobiliario. "Si Putin -dice Le Carré- tuviese pruebas de irregularidades y estuviese dispuesto a difundirlas tal vez podría tumbarle. Aunque quizás no lo hace porque es mas rentable mantenerlo controlado".

La opinión sobre el primer ministro británico tampoco es misericordiosa. Según el autor, Johnson es un político de segunda fila que preside un Gobierno de Mickey Mouse, es decir de ratones dibujados por la fantasía de Walt Disney. Un político que pese a sus evidentes limitaciones va a conseguir que la Gran Bretaña abandone en condiciones dramáticas la UE. "Es sin duda alguna la mayor idiotez y la mayor catástrofe que ha perpetrado el Reino Unido desde la crisis del Canal de Suez en 1969. Es un desastre autoinflingido del que no podemos echar la culpa a nadie. Somos una nación que siempre ha estado integrada en el corazón de Europa. La idea de que podemos sustituir el acceso al mayor tratado comercial del mundo con el acceso al mercado estadounidense es terrorífica". Pero no solo son estos dos personajes los que alimentan su pesimismo. Por ejemplo, le preocupa el aumento del neofascismo, que, según la policía, es la mayor amenaza terrorista en el Reino Unido. Por ejemplo, la deriva autoritaria en antiguos estados del bloque soviético como Hungría o Polonia.

Por ejemplo, la prensa sensacionalista en manos de oligarcas. Y por ejemplo (nos toca más cerca) el contencioso catalán del que hemos vivido estos días una deriva belicosa. La preocupación de Le Carré por el bajo nivel de liderazgo en la política actual podríamos compartirlo perfectamente. Al menos eso se patentiza en las encuestas que proliferan ante la cercanía de la cita electoral del 10 de noviembre. La gente no se fía de una clase política que es incapaz de llegar a acuerdos porque en última instancia desconfía de su fiabilidad a la hora de mantener lo pactado. Todos hablan con "lengua de serpiente" como le oímos decir en el cine a los jefes indios cuando negociaban la paz con los hombres blancos.

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