Sacar el tema de las pensiones de la contienda electoral ha sido una reivindicación histórica. Recuérdese que, hace unos años, cuando llegaban elecciones todos se dedicaban a prometer mejoras para los pensionistas. Transcurridas éstas, los que habían ganado se olvidaban de sus promesas y hasta la siguiente convocatoria en la que se montaba, de nuevo, todo un «circo» mediático para ganar el voto pensionista.

Sus derechos deberían estar blindados y no estar pendientes del resultado de unas elecciones. Para evitar esta situación y garantizar su futuro se creó el Pacto de Toledo. El problema es que, con los pensionistas, todos los gobiernos han jugado y no siempre bien. Siempre se ha pensado que era un colectivo pasivo, que lo aguantaba todo y al que se le podía engañar fácilmente y sin coste electoral.

Ahora, de cara a 2020 lo único que hay es lo que aprobó el gobierno del PP con Rajoy al frente: que se suba el 0,25%. Así fue mientras la derecha tuvo mayoría absoluta. Sólo cuando la perdió y necesitó al PNV, este impuso que la subida fuera de acuerdo con el IPC para 2018 y 2019, aparte de atrasar dos años la entrada en vigor del factor de sostenibilidad. Pero para 2020 no hay nada pactado y se volvería a la subida del 0,25%.

Es imperdonable que, durante el Gobierno de Pedro Sánchez, no se haya resuelto esta situación. Había esperanza y posibilidades parlamentarias para hacerlo. Las dudas de varios partidos, incluido el PSOE, de ligar por ley las subidas al IPC, por no hablar de otros poderes del Estado, están detrás de esta indefinición. Baste recordar que, recientemente, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha vuelto a insistir en que «las pensiones no se pueden ligar sólo al IPC», por no hablar de las soluciones que plantea la derecha, como apostar por planes privados de pensiones (será para quién pueda pagarlos). Ante la amenaza del 0,25% de nuevo, los pensionistas han vuelto a salir a la calle. Ante ello, el Gobierno ha prometido subirlas un 0,90%, aún cuándo no hay nada aprobado ni comprometido.

Con una subida así no se solucionan, ni de lejos, la miseria generalizada de las pensiones en España. Tengamos en cuenta que, a septiembre de 2019, había 9.760.299 pensiones contributivas en toda España, con un importe medio de 993 euros al mes. En la provincia de Alicante hay 320.006 pensiones y la pensión media está en 882,5 euros/mes. En Elx, a finales de 2018 había casi 40.000 pensiones. La pensión media en nuestro municipio estaba en 789 euros al mes. Aunque 10.884 pensiones no llegaban a 600 euros/mes y, en 20.848 casos, la pensión estaba entre 601 y 1.000 euros mensuales. O sea, el 80% de los pensionistas ilicitanos no llega a 1.000 euros/mes. Con la subida que se anuncia, tras las movilizaciones, se aumentará en 7 euros mensuales la pensión media que se cobra en Elx. A este paso para llegar a unas pensiones más decentes, pueden pasar siglos.

Y, mientras tanto, se sigue penalizando al pensionista como culpable. La implantación del factor de sostenibilidad (cobrar la futura pensión en base a tu expectativa de vida) sigue aprobada y pendiente de su aplicación. Y los avisos sobre seguir aumentando la edad de jubilación no cesan. Este lunes, el Bundesbank alemán advertía sobre la conveniencia de subir la jubilación a los 69,5 años. Y Alemania suele marcar tendencia en Europa. Por otra parte se nos dice que no hay recursos, que la Seguridad Social está en quiebra. Se nos dice eso pero no se toman medidas para mejorar los ingresos. La lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida es casi inexistente. Y, por si faltara poco, la semana pasada la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, declaró que el PSOE no incluía en su programa electoral la subida del IRPF a las rentas altas (más de 130.000 euros anuales) porque había sido una propuesta de Podemos. Podría haber supuesto unos ingresos de varios miles de millones para la Seguridad Social y equilibrar las cuentas, y se renuncia a ello. He ahí una muestra peligrosa de los que nos espera si el PSOE gobierna sólo o, como ya se oye, con apoyo de Ciudadanos o incluso del PP, que apuestan descaradamente por un modelo privatizador de las pensiones.

Hay que mejorar los ingresos del sistema de pensiones, garantizando su futuro y consiguiendo unas prestaciones más justas y dignas para que los pensionistas vivan mejor y, recordemos, que en muchas ocasiones les toca ayudar a hijos y nietos por culpa de esta crisis que no acaba nunca. Con 40.000 pensionistas en Elx, es un tema de gran importancia para el municipio y su solución no puede depender, otra vez, de promesas electorales. Blinden un sistema justo en la Constitución y garanticen el futuro de las pensiones.