Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Emilio Munera

¿Cuarto poder?

J. E. Munera

Profecía autocumplida

El caso es que el Elche casi nunca encontró el patrón que tan buen resultado le dio en Montilivi y en casa ante el Rayo: presión alta muy ordenada e ideas claras con la posesión para llegar al área rival

Después de una gran victoria, viene una gran cagada». Avisó el jueves el entrenador José Rojo, Pacheta, y su Elche la pifió ayer ante un buen y necesitado Sporting siete días después del brillante triunfo franjiverde en Girona. Sufrió de lo lindo el conjunto ilicitano para cogerle el aire al partido; ya sea por el mal estado del césped del Martínez Valero, del que tanto se queja el técnico, por las bajas (Gonzalo Verdú, Ramón Folch y Juan Cruz) o por la acumulación de partidos. El caso es que el Elche casi nunca encontró el patrón que tan buen resultado le dio en Montilivi y en casa ante el Rayo: presión alta muy ordenada e ideas claras con la posesión para llegar al área rival. Sólo el extremo Iván Sánchez dio cierta sensación de peligro por la banda derecha, pero estuvo demasiado solo en la fase ofensiva y el meta rival Mariño no tuvo que hacer ninguna parada de mérito. Repitió Pacheta el «once» de Girona, con Gonzalo Villar en el banquillo tras su periplo con la selección sub-21, y el equipo acusó desde el arranque falta de dirección y de rumbo: cedió la iniciativa, pero nunca incomodó al Sporting, que presionaba bien y se acercaba con más intención a los dominios de Edgar Badia. Muy limitado por su deficiente puesta en escena, el cuadro ilicitano vio cómo se le complicaba aún más el panorama con el gol visitante: un gran remate de Manu García, pésimamente defendido por la zaga franjiverde cuando Danilo desatendió su marca para presionar al pasador, Unai, que ya estaba presionado por Andoni y Manuel Sánchez. Todo le salía mal al equipo de Pacheta, que cinco minutos antes había perdido por lesión a Mfulu en un partido con más disputa que juego, en el que nunca estuvo a gusto. Con la entrada de Gonzalo Villar y Fidel mejoró algo el Elche, aunque más a impulsos en acciones aisladas y centros laterales que con jugadas elaboradas. Nino y Yacine Qasmi pasaron casi inadvertidos y el equipo se fue apagando sin inquietar apenas a los asturianos en una nueva decepción en el Martínez Valero, que sólo ha visto ganar a los suyos en uno de los seis partidos jugados en casa.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats