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El día después

Ahora que ha concluido Alacant a Escena, podemos hacer algunas reflexiones sobre el sector profesional de las artes escénicas en Alicante. Ya hubo un coloquio el primer día, pero maticemos o ampliemos a propósito de esta problemática. El ciclo, que nació como forma de apoyo al teatro de asociaciones sin ánimo de lucro y permaneció activo durante más de dos décadas, transitó por distintas vicisitudes. Aquellas jornadas en el parque Lo Morant, en la antigua cochera de tranvías y posteriormente en el Teatro Principal con una más rigurosa selección y un notable descenso de grupos participantes.

Tanto los colectivos amateurs como los que aspiran a ser profesionales o ya están formados como empresas, tienen la clara aspiración de producir, sostenerse y poder llegar al mayor número posible de espacios. Cada uno por su correspondiente vía. Esto exige apoyos, ayudas públicas o privadas para la producción, el sostén económico de sus miembros (en el caso de quienes pretendan vivir mejor o peor de ese trabajo) y la estable exhibición de los montajes, además del aplauso y de la aportación económica de los espectadores.

No basta con echar una simple mano y ceder un día el escaparate para mostrar el género. No vale solo cumplir el trámite de una u otra forma, sino que es preciso una capacidad de acción y proyección escénicas permanente con la implicación de instituciones y particulares en beneficio de la cultura.

Desde 2017, Alacant a Escena, a través del concurso de proyectos y previa ayuda económica, se ocupa de mostrar algunas producciones emergentes de compañías de teatro, danza y circo con ansias de vivir de alguna de estas disciplinas, al mismo tiempo que abre la puerta a colectivos profesionales consolidados de esta zona. La dificultad y la precariedad siguen siendo las notas predominantes.

Según parece, la muestra de teatro aficionado se reeditará con otro nombre por parte del Ayuntamiento, y ya existe una en el Aula de Cultura de Alicante, que alcanza su tercera campaña con quince representaciones distribuidas hasta abril de 2020. Reducido empuje a pesar del impulso de la Fundación Caja Mediterráneo y la Diputación. Y de la tenaz cantera con su sube y baja, buena o regular que existe en Alicante y su provincia.

Mención aparte merece el estreno de la II Residencia José Estruch de producción teatral con sede en el coliseo alicantino. ¿Continuará? Tras esta jugada, la continuidad de un espectáculo es lo importante. Y no siempre es así. Otra consideración especial, como expresión artística, se la llevan las artes circenses, mejor organizadas en general y más prósperas pese a todo. Eso sí, el sector del teatro y de la danza en Alicante se quiere articular con la creación de una plataforma, al igual que los integrantes del circo invitan a su gente para unir fuerzas y colaborar juntos.

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