El vicecolista Extremadura, que hasta ayer solo había ganado un partido de los ocho primeros, despertó al Elche del ensueño del «play-off» y le devolvió a la dura realidad de esta Liga, en la que no se perdonan la indolencia, ni la falta de ideas, ni los errores individuales que penalizaron a los franjiverdes. El conjunto de Pacheta dijo adiós en Almendralejo a su racha de cinco partidos seguidos sin perder con una actuación desangelada, en la que acusó el cansancio por este calendario tan sobrecargado de partidos y pagó muy cara la torpeza de Manuel Sánchez, expulsado en el minuto 50 por una segunda amarilla completamente evitable. Además, la innecesaria falta del centrocampista cordobés dio origen al primer tanto de los extremeños. Es el tercer tanto consecutivo que encaja el Elche a balón parado tras los dos de córner en Soria y en casa frente al Tenerife. La asignatura de la defensa de la estrategia sigue pendiente. Revolucionó Pacheta el «once» con media docena de cambios (Tekio, Danilo, Mfulu, Manolín, Iván Sánchez y Fidel), pero esta vez no dieron resultado las rotaciones, al contrario que en Los Pajaritos. Impreciso, sin energía y con muy poca asociación, el cuadro ilicitano se vio superado casi desde el arranque por la presión y el empuje del Extremadura, que remató al larguero en el minuto 7 y puso cerco constante al marco de Edgar Badía, otra vez el mejor del Elche, a pesar de que pudo hacer algo más en el 2-0 de Cristian, en el que se colocó mal y cedió demasiada puerta libre a su izquierda. Recalca el técnico que no tiene titulares fijos en su vestuario porque todos aportan desde el inicio, pero la ausencia de Yacine pesó demasiado. Es un jugador que se nota cuando está, pero también cuando falta, porque suma mucho trabajo de presión y da una salida limpia al ataque con su juego de espaldas y lucha constante. Paradójicamente, el cuadro ilicitano jugó mejor desde la expulsión, cuando tuvo varias llegadas con sentido y con la sensación de peligro que le faltó en la primera hora. Pero, entre el cansancio y la torpeza, ningún jugador estuvo a su nivel en un duelo que pone al Elche en su verdadero sitio: el de la lucha por la permanencia.
