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La papeleta

Pere Rostoll

Hagan ustedes lo que toca

La Diputación celebra hoy uno de esos plenos que pueden acabar marcando, como mínimo, la primera mitad del mandato. Una sesión que va a servir como termómetro de la capacidad de los grandes partidos para mirar por los intereses de los ciudadanos y dejar al margen sus propios intereses. Con toda la razón del mundo, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, acordó junto a sus socios de Ciudadanos impulsar una moción para investigar la responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Segura en el temporal de lluvias que a mediados de septiembre acabó desbordando el cauce del río para arrasar la Vega Baja. Una actuación que, cuando menos, genera muchas dudas y contradicciones.

La operación de Mazón sumando a regantes y también a empresarios ha puesto en un brete a la oposición provincial. Tanto los socialistas como Compromís tenían una «patata caliente» encima de la mesa. A Gerard Fullana esta moción le brindaba otra oportunidad de marcar distancias con el PSPV que lidera el alcoyano Toni Francés, como ya hizo con una iniciativa sobre la financiación autonómica. Compromís le sigue pasando a los socialistas todas las facturas posibles por el adelanto electoral de las autonómicas, tomado por Ximo Puig sin consenso y que ellos están seguros que les perjudicó. Los defectos de forma y los errores de redacción de la moción le abrieron la puerta a Fullana para explorar la opción de sumarse. Efectivamente, las Cortes Valencianas no pueden abrir una investigación formal sobre el tema pero sí una comisión de estudio que, al final, tiene una mecánica muy parecida. Mazón está dispuesto a aceptar la sugerencia del combativo portavoz de Compromís. A ambos, desde luego, les favorece. Contra las cuerdas, los socialistas también han puesto sobre la mesa sus condiciones para validar hoy la moción: extender la investigación a 2011. Intento de evidenciar que los recortes de Mariano Rajoy también tuvieron impacto en esas inversiones. Parece muy razonable que ambas propuestas, nada descabelladas, se sumen a la necesaria moción de Mazón y que del pleno de hoy salga una posición unánime para investigar esa cuestionada actuación de la Confederación Hidrográfica del Segura en una de las catástrofes más importantes que ha vivido la provincia a lo largo de su historia.

Así que hoy lo único que espera la sociedad alicantina es que los contactos que se están encauzando en las últimas horas culminen con ese acuerdo en la Diputación para que el presidente de la Confederación, Mario Urrea, se someta al juicio político del parlamento valenciano por la nefasta gestión del impacto del temporal. Solo la unanimidad del PP, Ciudadanos, PSPV y Compromís a favor de esta iniciativa trasladará la imagen de que, efectivamente, la acción de la política conecta con la de los afectados. Un único voto en contra supondrá trasladar la visión de que siguen primando los intereses de cada partido y ofrecer una imagen nefasta.

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