Errejón tiende la mano para el desbloqueo y a la vez para el veto Más País, la marca de Errejón, anuncia más de lo mismo. El nombre ya de por sí tiene difícil explicación cuando el propósito del nuevo partido es concurrir a las urnas únicamente en las circunscripciones con más de siete escaños.
El resto, al parecer, no forma parte del país de Errejón. Es, por lo que se ve, la España vacía. El exlíder de Podemos se presenta como el candidato que va a librar a la nación del bloqueo a que lo condujo la nueva política. Da a entender que ya existe un preacuerdo para comulgar con Pedro Sánchez, lo cual en teoría no tiene por qué ser malo. Pero, al mismo tiempo, que tiende esa mano plantea el veto a Ciudadanos para excluirlo de cualquier fórmula coaligada con que dirigir España.
Y, de paso, salvarnos a todos del riesgo que supone la moderación. Quizás es demasiado pronto para saber a dónde se encamina el populista Errejón. Queda a la izquierda, claro. Pero el PSOE está obligado a calibrar la intensidad que supone transitar por ella porque, de lo contrario, aceptaría caer en la misma encerrona que rechazó y que nos ha condenado a unas nuevas elecciones.
¿Es lo mismo Errejón que Iglesias? ¿O solo es una cuestión meramente superficial lo que separa al peronismo que compartieron hasta hace bien poco? Probablemente no haya nada del pensamiento político de uno que no comparta el otro, salvo la estrategia y la lucha por el poder. Pero Errejón emerge en un momento confuso como un producto distinto y algunos de los que pensaban abstenerse pueden empezar a creer que hay algo nuevo bajo el sol que empuja a las urnas. Los hay dados a las "novedades".
