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La papeleta

Pere Rostoll

Segunda oportunidad

Pocas veces la política acaba concediendo segundas oportunidades. Muy pocas. Pero la diabólica aritmética parlamentaria en Madrid y la ineficacia de Pedro Sánchez a la hora de encontrar alianzas para formar gobierno le ha regalado a Compromís, cuando menos lo esperaba, una nueva opción para tener influencia en el Congreso. Allí, al menos hasta ahora, el valencianismo político no ha conseguido trasladar la sensación de que puede ser una marca con un papel de relevancia como sí ha ocurrido en el ámbito local y autonómico. Tal es la visión dual del electorado sobre el rol de Compromís que el pasado 28 de abril la coalición se acercó a las 450.000 papeletas en las Cortes Valencianas para la candidatura de Mónica Oltra -un resultado casi calcado al de las autonómicas de 2015- que se quedaron en apenas 173.000 votos en las generales para conservar solo el escaño de Joan Baldoví en la Carrera de San Jerónimo. El mismo día y en urnas separadas por apenas unos centímetros hubo cerca de 280.000 electores que se creyeron el proyecto de Compromís para el Consell pero que, por contra, se subieron al carro del voto útil dirigido a los socialistas y Podemos en las generales. Eso abrió un debate dentro de la coalición sobre la necesidad, al menos hasta que se pueda sortear esa dicotomía electoral, de protegerse con un referente en Madrid para marcar perfil en campañas muy polarizadas entre las candidaturas estatales que acaban invisibilizando a Compromís. Nadie esperaba, sin embargo, que ese melón se abriera tan pronto. Pensaban que Pedro Sánchez formaría gobierno y retrasar esa decisión. Pero, finalmente, la repetición electoral ha obligado a Compromís a tomar posición y le ha colocado en el único sitio en el que podía hoy estar: en una plataforma junto a Íñigo Errejón. Eso le permite conservar su marca y diferenciarse de Podemos, subirse al carro de la lista de la izquierda más novedosa de estos comicios, intentar salvar de la abstención a electores desencantados y, sobre todo, tratar de retener una bolsa de los que el 28 de abril ejercieron ese doble voto que perjudicó a los de Oltra entre generales y autonómicas. De una campaña de emergencia que se iba a centrar en defender el escaño de Baldoví por Valencia, ahora en Compromís creen tener una segunda opción para entrar en campaña -ya lo han logrado- pero, sobre todo, para poder jugar sus cartas en Madrid.

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