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De la cleptocracia en América

Buscando siempre la mano oculta de Rusia en todo lo que sucede actualmente en EEUU, la revista The Atlantic escribía: "La cleptocracia a la rusa se ha infiltrado en América".

La tesis del autor de aquel artículo era que, al derrumbarse la Unión Soviética, Washington confiaba en que "la difusión global de los valores democrático-capitalistas" se extendiera por el globo y todo el mundo adoptara lo que, según él, eran "los mejores valores que ofrece América".

Pero ocurrió justo lo contrario, Rusia se infiltró en Estados Unidos con "los valores de los cleptócratas", razonaba el articulista, sin que se le ocurriera pensar un momento que no hacía falta infiltración alguna, pues la cleptocracia está en el origen mismo de buena parte de las riquezas de Estados Unidos.

Basta recordar a los llamados "robber barons", aquellos capitalistas de finales del siglo XIX que amasaron grandes fortunas con los métodos más sucios antes de dedicarse, algunos de ellos, a la filantropía, actividad que permite, como sabemos hoy, adquirir buena fama además de ahorrarse impuestos.

The Atlantic ponía como ejemplo de su tesis el caso de Paul Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump, condenado a unos años de cárcel por sus actividades de cabildeo en Ucrania y sus intentos de blanquear los millones de dólares suciamente ganados.

¿Y qué decir de su jefe, el multimillonario presidente Trump, que no parece pensar en otra cosa que seguir enriqueciéndose y enriquecer de paso a su familia, a muchos de cuyos miembros ha encomendado tareas de gobierno en un caso de nepotismo sin parangón en la historia de la Casa Blanca?

Así, su yerno, Jared Kushner, que desempeñó ya en la campaña electoral un papel importante, se convirtió luego en asesor del Presidente y como tal recibió el encargo de mediar en el conflicto de Oriente Medio sin que se tuviera en cuenta que su condición de judío le restaba neutralidad.

Kushner, que estuvo también implicado en la negociación de un substancioso contrato de venta de armas a Arabia Saudí, tiene una relación más bien estrecha con el príncipe heredero de esa monarquía feudal , aliada de EEUU, cuyo papel en el asesinato del periodista crítico Jamal Khashoggi no está del todo claro.

La esposa de Kushner, Ivanka Trump, que apoyó en todo momento la campaña de su padre, aprovechó también su relación de parentesco y los contactos políticos del Presidente para comercializar sus artículos de moda en terceros países como Japón o China, donde obtuvo lucrativas licencias para sus marcas.

El hijo de Trump, Don Jr. no tiene cargo oficial alguno, pero ha conseguido que se hable de él continuamente en los medios de comunicación, entre otras cosas por su injerencia a favor del Brexit, y por sus contactos durante la campaña presidencial con una abogada rusa a fin de obtener información con la que perjudicar a la rival de su padre, Hillary Clinton.

Y el propio presidente, aunque se jacta muchas veces de haberse hecho a sí mismo, cumpliendo así el "sueño americano", en realidad heredó con sólo ocho años 400 millones de dólares de la fortuna inmobiliaria de su padre en una operación con la que éste intentó evitar el pago de impuestos.

Ya adulto, "el Donald" seguiría dedicado a los negocios familiares aunque no con el éxito del que siempre presume pues quebró su imperio inmobiliario y hotelero y tuvo que seguir alimentándolo con nuevos créditos e inversiones en lo que algunos han comparado con un típico esquema Ponzi.

Ya en campaña electoral y pensando más en sus negocios que en sus compatriotas, Trump intentó llegar a un acuerdo con el Gobierno ruso para construir en Moscú una nueva torre con su nombre, algo en lo que le ayudó su abogado Michael Cohen, sospechoso a su vez de contactos con la mafia rusa en Nueva York y actualmente encarcelado.

Como escribió la web "Politico" el pasado marzo, "los demócratas del Congreso preferirían que la fiscalía se ocupase de su familia mientras ellos se encargaran del Presidente." Motivos para todo ello hay más que suficientes: evasión fiscal, blanqueo de dinero, prevaricación, obstrucción de la justicia y un largo etcétera.

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