La cuenta atrás ha comenzado y tal parece ser que nos espera otra vuelta más de elecciones generales, existen motivos de sobra -que son más que compartidos-, para dejar atrás la interinidad del Gobierno. Entre esos motivos, hay uno que nos indigna por la barbarie que suponen los asesinatos machistas que, a pesar de las normas vigentes más avanzadas, este verano se ha vuelto a teñir de terror, de dolor y de indignación tras el aumento de los asesinatos de mujeres y de menores; por eso, porque necesitamos respuestas desde las instituciones y desde el Gobierno, declaramos la EMERGENCIA FEMINISTA.
Necesitamos un Gobierno ya, porque las mujeres de este país no podemos esperar más ante la violación continua del derecho a una vida libre sin violencia machista, esa violencia que tiene tantas caras y se manifiesta de diversas formas; sí, la cara mas violenta son los asesinatos machistas, pero sufrimos violaciones, acoso, agresiones sexuales que nos generan miedos a nosotras y a nuestras familias, todas ellas inadmisibles en una sociedad que se dice igualitaria. Por ello, es imprescindible que desde la labor política nacional hasta la local, se destinen los recursos necesarios para hacer efectivas todas las medidas preventivas y educativas, y en el caso de nuestra Comunidad un motivo más para reclamar mayor financiación justa.
Desde UGT nos unimos a esta noche violeta y hacemos un llamamiento a la sociedad civil para que secunde estas acciones de rechazo y, al mismo tiempo, de exigencias. Si algo venimos defendiendo con tenacidad, es la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres. Consideramos que la violencia de género, y todas las violencias ejercidas contra las mujeres, son el resultado extremo de discriminaciones y de desigualdades existentes en todas las esferas sociales y, por supuesto, en el ámbito laboral.
Desde el ámbito sindical venimos rechazando y denunciando la cronificación del desempleo que sufrimos las mujeres en el mercado laboral. Consideramos que esta es una forma de explotación contra la que se viene luchando y, aunque se hayan superado situaciones difíciles de crisis económicas a lo largo de la historia, las estadísticas avalan que las discriminaciones y las brechas de género continúan permaneciendo. Tengamos en cuenta que si ya de por sí para las mujeres existen diferentes obstáculos para el mantenimiento de sus trayectorias profesionales y su independencia económica, se le añaden, además, a las trabajadoras víctimas de esta lacra social, la denegación de órdenes de protección, lo que las excluye de esos requisitos imprescindibles para acceder a los distintos derechos laborales, prestaciones sociales y la necesaria protección que evite poner en riesgo su vida.
Por ello insistimos en que ante los déficits en toda la actuación institucional para erradicar las discriminaciones y la violación constante de los derechos humanos de las mujeres, está más que justificada esta llamada de estado de Emergencia Feminista, nuestra exigencia hacia ese futuro Gobierno, es que cumpla con las medidas contempladas en el Pacto de Estado referentes al empleo, potenciando entre otras, los protocolos de actuación que garanticen los derechos laborales de las trabajadoras en situación de violencia, así como el fomento de los programas de inserción socio-laboral que deben desarrollar medidas de actuación individualizadas según las propias necesidades de las mujeres que sufren la violencia machista, por ello inundemos las calles de luz violeta que representa la libertad e igualdad. Emergencia Feminista 20S.
